Cuando la Revolución de los Jóvenes Turcos tuvo lugar en la primavera de 1908, hubo una celebración universal entre todas las poblaciones minoritarias del Imperio. Y de hecho, fue celebrada en todo el mundo por la prensa liberal por haber puesto fin al régimen del Sultán Sangriento que era Abdul Hamid II, dando paso a una nueva etapa de libertad, de igualdad para todas las poblaciones del Imperio Otomano. Pero esa revolución se torció rápidamente, en parte, por culpa de las potencias europeas que aprovecharon ese momento para sacar más.
Austria, que ocupaba la región de Bosnia desde 1878, decidió entonces anexionarla sin más. Bulgaria, que había sido autónoma -es decir, autogobernada pero no totalmente independiente- declaró la independencia de su país en 1908. La gran isla de Creta, que era mayoritariamente griega, declaró su unión con la madre patria, como la llamaba, la isla de allí. Y en última instancia, los italianos querían algo y por eso desembarcaron en Libia, o Trípoli, como se conocía entonces. Así que todas las potencias europeas están haciendo algo.
Y además de eso, luego en 1912 cuando los nubarrones de la guerra empiezan a crecer en Europa, los rusos plantean entonces, una vez más, la cuestión armenia y las reformas para la minoría cristiana armenia, que está siendo perseguida por los kurdos y otros. Hay una enorme ausencia de seguridad de la vida y la propiedad, el secuestro de niñas, etc. y las demandas de reformas. Y los rusos, para sus propios fines, como que recogen esa campaña.
Y todo esto permite, por tanto, que este ala extrema de los Jóvenes Turcos -que nunca habían abrazado realmente las ideas de igualdad, aunque estuviera en su lema y que eran realmente nacionalistas fuertes que querían preservar el imperio turco, no disolver más el imperio turco- les permita dar un golpe de estado con un mínimo derramamiento de sangre y tomar el poder ilegalmente del gobierno elegido en 1913.
Y así, a partir de 1913, el Imperio Otomano es gobernado por esta camarilla -ultra-nacionalista, camarilla de derecha- de los Jóvenes Turcos que es liderada por, pero no limitada a, tres individuos que son referidos como el triunvirato, que incluía al Ministro de Guerra, o Asuntos Militares, Enver Bey, o Enver Pasha; el Ministro del Interior, Talaat Bey, que se convirtió entonces en el título honorífico de Pasha. Y el tercero era el Ministro de la Marina, o de los Marines, que también era el comandante de un ejército en Siria, Djemal Pasha. Estos tres individuos, más otros a su alrededor, conocidos como los Jóvenes Turcos-no secretos, pero sí un comité central muy unido que tomaba la mayoría de las decisiones.
Es muy parecido a cualquier otro país dictatorial, tienes un gobierno formal-hay un gobierno de la URSS, y luego está el Partido Comunista. Está el gobierno de Alemania, y luego está el Partido Nazi. Hay un gobierno del Imperio Otomano, y luego está el Partido de los Jóvenes Turcos. Y en todos los casos, son los partidos los que toman las decisiones, y los gobiernos son sólo una especie de escaparate para los partidos. Y en realidad, hay un gran, también, el intercambio entre los dos, porque a veces son los mismos individuos, tanto en el partido y en el estado.
Y así es este grupo que decide, como las nubes de guerra se reúnen en Europa, que en caso de una nueva guerra mundial-no una nueva guerra mundial. En caso de un gran conflicto mundial, en el que participe Alemania, ésta será sin duda la vencedora porque ahora, con Bismarck, ha unido todas las regiones germánicas, se ha convertido en una gran potencia industrial, ha sido capaz de desafiar a los británicos en los mares, y parece que todo le va bien. Y por eso es el país con el que hay que vincularse, sobre todo si ese país va a entrar en guerra con Rusia, un enemigo tradicional, porque se han perdido territorios extremos y extensos a favor de Rusia y de sus sucedáneos: los serbios, los búlgaros, los rumanos, los griegos. Y por eso, si nos ponemos del lado de los alemanes, tenemos esta oportunidad de oro para recuperar gran parte de estos territorios que alguna vez tuvimos y que se habían perdido.