¡Felicidades por haber adquirido su primer par de lentes de contacto! Si eres como la mayoría de la gente, probablemente pasarás los primeros días maravillándote con pequeños detalles visuales que nunca antes habías notado, como el rocío en la hierba y las pequeñas motas de color en las hojas verdes brillantes.
Es un momento muy emocionante pero, como con cualquier cosa nueva, también puede dar un poco de miedo. Al fin y al cabo, las lentes de contacto son dispositivos médicos de alta tecnología y tu visión es uno de tus sentidos más preciados. Por eso, es importante tomar buenas decisiones para estar cómodo, feliz y seguro. Aquí tienes cinco consejos diseñados para ponerte en el camino hacia una vida de éxito con tus nuevas lentes de contacto.
1. Relájate. A mucha gente le preocupa que se arañe los ojos mientras se pone las lentillas o, lo que es peor, que la lente de contacto se quede atascada detrás del ojo. Relájese. Ponerse y quitarse las lentillas puede ponerte nervioso al principio, pero por muy incómodo que parezca, no hay que tener miedo a tocarse el ojo siempre que tengas las manos limpias. Además, el interior de los párpados está conectado a la parte posterior del ojo, por lo que es imposible que las lentillas se deslicen hacia un abismo.
2. Mantén las lentillas limpias. No tomes atajos con la limpieza de las lentillas. Su médico le dará instrucciones específicas para el régimen de cuidado de las lentillas que haya elegido para usted. Por ejemplo, si te han dicho que utilices una solución multiuso, cada vez que te quites las lentillas deberás frotarlas y enjuagarlas y luego colocarlas en una solución nueva. No te limites a rellenar la solución que ya está en el estuche. Cuando te pongas las lentillas por la mañana, vacía completamente el estuche, acláralo con solución nueva y déjalo sin tapar y boca abajo, sobre una toalla de papel para que se seque al aire. El estuche de las lentillas debe sustituirse cada tres meses. Si esta rutina de limpieza te parece demasiado molesta, pide a tu médico unas lentillas desechables diarias, como MyDay® o clariti® 1 day. Estas lentillas pueden tirarse cada noche y cambiarse por un par nuevo cada mañana, eliminando las preocupaciones de limpieza y almacenamiento.
3. Hidrátate. Tanto si usas lentes de contacto como si no, es importante que te mantengas hidratado bebiendo mucha agua. Además, dependiendo de tu estilo de vida y tu entorno, puede que quieras complementar tu ingesta de líquidos con gotas rehumectantes para los ojos. Por ejemplo, las personas que pasan mucho tiempo en el ordenador o están expuestas a aire seco, calefacción o aire acondicionado suelen beneficiarse de las gotas para los ojos, incluso si no llevan lentes de contacto. La regla general importante si usas lentes de contacto es que debes asegurarte de que el colirio que utilizas es compatible con tus lentes. Hable con su médico sobre qué gotas son las mejores para usted.
4. Siga las recomendaciones de su médico. Utilice sólo los productos que le sugiera su oftalmólogo. No sustituya los productos para el cuidado de las lentillas, ni siquiera por una marca de la tienda, sin consultarlo antes con su médico. La solución que tienes fue elegida específicamente para tu tipo de lentillas, así que no hagas suposiciones basadas en las etiquetas de los envases. También es importante que acudas a tus citas. Sea cual sea el calendario de seguimiento que le haya fijado su médico, cúmplalo.
5. Cumpla el calendario de uso y sustitución prescrito. No intente escribir sus propias reglas. Lleve las lentillas sólo durante el tiempo que su médico le indique y cámbielas según el calendario. No intentes alargar la vida de tus lentillas una semana más. Además, a no ser que te hayan recetado específicamente lentillas de uso continuo, nunca debes dormir con ellas puestas.
Aprender a hacer cualquier cosa nueva lleva su tiempo. De hecho, puede pasar una semana hasta que te adaptes a tu nueva vida con lentes de contacto y te sientas realmente seguro. Pero, antes de que te des cuenta, las lentes de contacto se convertirán en una parte valiosa del tejido de tu vida.
Nada de lo expuesto en este blog debe interpretarse como un consejo médico, ni pretende sustituir las recomendaciones de un profesional de la medicina. Para preguntas específicas, consulte a su profesional de la salud visual.