El cuidado del cabello es súper importante, pero a veces puede parecer una lista de tareas cargada. Si nos teñimos el pelo, necesitamos champús especiales para que nos dure; si usamos mucho champú en seco, necesitamos un exfoliante para el cuero cabelludo para eliminar la acumulación; y si usamos herramientas calientes para domar y peinar nuestras hebras, necesitamos un protector que nos ayude a evitar daños a largo plazo. Pues bien, venimos con buenas noticias: resulta que puede que ya tengas lo que necesitas para proteger tus mechones delante de tus narices (es decir, dentro de tu despensa).
Muchos de los aceites con los que cocinamos pueden utilizarse para mantener nuestro cabello protegido del calor aplicado durante el peinado. Mientras que algunos aceites se utilizan mejor en ciertos tipos de cabello en lugar de otros, el uso de aceites que ya tienes en casa proporciona una alternativa más natural a tus protectores de calor y sirve como una ventanilla única con un montón de beneficios añadidos para darte una rutina de cuidado del cabello bien redondeada. Experimentar con protectores caseros debe ser una decisión informada, ya que si se utilizan de forma incorrecta pueden causar graves daños, por lo que hemos buscado el consejo de un tricólogo para que te guíe. Sigue leyendo para conocer los muchos beneficios de sustituir tu plétora de productos capilares por una de estas opciones de protección contra el calor DIY.
Conozca a la experta
Gretchen Friese es Directora de Salón y Estilista de Foushee Salon en Denver, CO con más de 20 años de experiencia. Es tricóloga certificada por BosleyMD.
Consideraciones sobre la seguridad y la eficacia
El objetivo de cualquier protector térmico es reducir la cantidad de daño causado por el calor aplicado. «Cuando utilizamos herramientas de peinado con calor, despojan al cabello de sus aceites y proteínas naturales al romper los enlaces de hidrógeno», explica Friese. Los protectores térmicos se utilizan para actuar como una barrera que recubre la superficie del tallo del cabello para darle una capa adicional de protección, permitiendo que el calor penetre lentamente en lugar de todo a la vez.
Friese señala: «Las diferentes texturas de cabello requieren diversas temperaturas para lograr el aspecto deseado.» Ciertos aceites -como el de coco o el de aguacate, que posiblemente ya tengas en tu despensa en casa- pueden utilizarse eficazmente en una fórmula de bricolaje para proteger las hebras del calor aplicado, pero la mayor precaución a tener en cuenta es el punto de humeo de cada aceite. «Cada aceite tiene un punto de humo diferente (la temperatura a la que arde el aceite)», dice Friese. Si se supera este punto de humeo y se utiliza la fórmula protectora de bricolaje con una herramienta caliente a una temperatura demasiado alta, el aceite empezará a quemarse y podrías acabar con el efecto contrario de tener un cabello extremadamente dañado y frito como resultado.
La mayoría de los productos de venta libre utilizan siliconas como barrera para el cabello porque suelen ser solubles en agua y al actuar como sellador pueden mantener a raya el encrespamiento no deseado. Sin embargo, estos tipos de ingredientes artificiales pueden impedir que la humedad llegue al cabello y, con el tiempo, pueden dejar las hebras frágiles y secas. Sustituir el protector térmico por uno de los aceites que puedes encontrar en tu despensa puede ser una alternativa más saludable para tus mechones a largo plazo, ya que realmente ayudan a retener la humedad.
En resumen, los protectores térmicos DIY pueden ser una opción muy eficaz y holística para tus mechones, ya que solucionan varios problemas capilares a la vez, pero tienes que utilizarlos con cuidado y de forma adecuada en función de tu tipo de cabello y de la temperatura necesaria para el look deseado. Una vez aclarado esto, sigue leyendo para conocer los aceites que Friese recomienda utilizar en casa como protector térmico DIY.