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¿Te has preguntado alguna vez por qué es importante la oración? ¿Es necesaria la oración? ¿Existen beneficios de la oración diaria, además de cumplir con las obligaciones y expectativas de nuestra lista de tareas de fe?
Durante la mayor parte de mi vida, la oración quedaba relegada a los domingos por la mañana, a una rápida oración antes de dormir (tal vez), y en aquellos momentos de mayor necesidad. Pensaba que estaba haciendo lo suficiente para marcar la casilla en mi lista de cosas que hacen los «buenos cristianos», sólo que eso era todo lo que la oración era para mí – un elemento de la lista de tareas, no una prioridad esencial en mi día. No entendía la importancia de la oración.
Por qué es importante la oración
¿Quieres experimentar el poder de la oración? Quieres conocer de primera mano los beneficios de la oración y de pasar tiempo con Dios? Quieres saber si la oración realmente funciona?
La oración es más que algo para tachar de una lista de tareas. Es más que una obligación o una expectativa. La oración es uno de los mayores regalos y privilegios que tenemos como cristianos. Es el regalo de Dios de su tiempo para estar disponible para la conversación en cualquier momento del día o de la noche. Su regalo de escuchar tu corazón, y de responder de maneras que van más allá de tu comprensión.
Comprométete a la oración diaria y abre la conversación con Dios para permitir que la oración transforme tu corazón.
7 beneficios de la oración
La oración no está destinada a ser una ocurrencia tardía, un último recurso cuando nada más ha funcionado. Está destinada a ser tu estrella guía, la conversación más crucial de tu día.
La oración es tu conversación con Dios y cómo puedes desarrollar una relación personal y significativa con el Dios del universo que te ama. Es la forma en que él puede hacer milagros en tu corazón. A través de la oración, él puede alinear tu vida con su visión y sus planes.
Es tu gran privilegio entrar en oración con Dios, pero a través de la oración él te bendecirá inmensamente. Veamos juntos siete razones por las que la oración es necesaria y vital para tu vida.
1) La oración puede establecer (o cambiar) el tono de tu día
¿Qué establece el tono de tu día? La frustración de un largo viaje al trabajo? ¿La pila de platos en el fregadero y las interminables cargas de ropa sucia? ¿El buzón de correo lleno de facturas y malas noticias?
Te levantas lleno de esperanza por un nuevo día, y luego, inevitablemente, se encuentra con un obstáculo y te hace girar hacia la frustración, la ansiedad o algo peor.
Empezar el día con una oración te ayudará a poner tu mente en el lugar correcto para un día más lleno de alegría.
- Empieza tu día con una alabanza por todo lo que Dios es y todo lo que está haciendo en tu vida.
- Pon tu mente en Dios y en toda su bondad.
- Llena tu mañana de agradecimiento por todas las bendiciones que hay en tu vida.
- Invita a Dios a entrar en el día que tienes por delante y pídele ayuda en las áreas que sabes que serán difíciles.
- Decidieras reaccionar con calma y razonamiento en lugar de gritar?
- ¿Decidiera tomarse el tiempo para escuchar realmente a un amigo en lugar de salir corriendo a su próxima cita?
- ¿Decidiera hacer una elección más saludable en lugar de caer en viejos hábitos?
- Cuanto más reces, más notarás a Dios trabajando a tu alrededor durante toda la semana.
- Cuando te apoyes en Dios en los momentos difíciles, te llenarás de su paz y consuelo.
- Cuando pidas la guía de Dios cuando te enfrentes a decisiones, aprenderás a escuchar su respuesta.
- Vaya más allá de la mera recitación de oraciones corporativas (aunque éstas son excelentes lugares para comenzar).
- Abra su corazón e invítelo a su vida.
- Comparta sus luchas y desafíos.
- Celebre las bendiciones y victorias con él.
- Pide su ayuda y guía.
- Pide perdón por las áreas en las que te quedas corto.
Convierte tus frustraciones diarias en indicaciones de oración e invoca a Dios para que te ayude a restablecer y devolver la paz a tu corazón. Pídele que te ayude a encontrar la alegría, incluso en la lucha y en lo mundano.
La oración es el antídoto para las frustraciones diarias.
2) La oración te ayuda a tomar mejores decisiones
¿Cuántas veces te encuentras tomando malas decisiones y deseando haber actuado de otra manera?
¿Qué diferencia habría en tu día si en lugar de eso…
Incluso las pequeñas decisiones en tu vida marcan una gran diferencia, así que ¿cómo las estás enfocando?
Rezar sobre cada decisión te ayudará a hacer mejores elecciones.
Pide a Dios ayuda y guía. Considera cada decisión a la luz de las enseñanzas de Jesús.
Incluye a Dios en las decisiones grandes y pequeñas y descubrirás que te guiará a tomar decisiones más sabias.
3) La oración diaria mantiene a Dios al frente de tu mente, sin olvidarlo hasta el domingo
¿Qué papel tiene realmente Dios en tu vida de lunes a sábado? O él sólo para los domingos por la mañana?
Dios quiere estar en tu vida todos los días, todo el día, no sólo el domingo. Quiere las 168 horas de tu semana, no sólo la que pasas en la iglesia.
¿Qué sucede cuando haces que la oración forme parte de tu día a día, no sólo de los domingos?
La oración diaria te ayuda a aprovechar todo el potencial de tu fe para una vida llena de la paz, la gracia y la alegría de Dios durante toda la semana.
4) Una comunicación más frecuente construye una relación más fuerte
¿Con qué frecuencia hablas con tu mejor amigo? Con tu cónyuge? ¿Con tus hijos? Probablemente más de una vez a la semana, ¿verdad?
Desarrollar una relación fuerte requiere una comunicación frecuente. Cuanto más hablemos entre nosotros y tengamos conversaciones de calidad, mejor será nuestra relación.
Lo mismo ocurre con Dios. Si deseas una relación más profunda y significativa con Dios, necesitas hablar con él más de una vez a la semana. Necesita tener conversaciones frecuentes y de calidad con él.
Cuanto más ores y compartas tu corazón con Dios, más fuerte y personal será tu relación.
5) La disciplina de la oración diaria es someter tu corazón a Dios
Entregar tu vida a Jesús no es un evento único, sino una disciplina diaria de sumisión. Es la liberación diaria de tu control para, en cambio, vivir bajo el gobierno y la guía de Dios.
Orar diariamente es parte de esa disciplina. No es una regla ni una calificación, sino un acto de amor por Aquel que te ama entrañablemente y quiere dirigir tu vida.
La oración diaria es una forma en la que expresas tu devoción y compromiso con Dios, dándole una prioridad en tu día, un tiempo precioso de tu agenda.
La oración es un acto de amor por Aquel que más te ama, sometiendo tu corazón al gobierno de Dios.
6) Las oraciones contestadas son oraciones rezadas
Si no estás rezando y pidiendo las bendiciones y la ayuda de Dios, ¿cómo esperas que conteste tus oraciones?
Él está listo y esperando para bendecirte con buenos regalos en su tiempo y a su manera, pero quiere que primero lo comprometas en oración. Él quiere tu corazón y eso es algo que sólo puedes darle verdaderamente a través de la práctica diaria de la oración.
Haz de Dios una prioridad en tu agenda, abriendo tu corazón y sometiéndote a su dirección.
Si quieres que tus oraciones sean respondidas, ora diariamente y ora con sinceridad.
7) Abrir tu corazón a Dios diariamente permite que Dios transforme tu corazón
La oración no es una transacción. Es una relación con Dios.
El enfoque de Dios no son los resultados sino los corazones. Él quiere ganar tu corazón y acercarlo al suyo.
Puede hacerlo a través de la respuesta a las necesidades terrenales, o puede hacerlo trabajando en tu corazón para cambiar tu enfoque hacia él. Cuando pasas tiempo regular y frecuente en oración, permites que Dios haga su trabajo en tu corazón. A través de la oración, él transformará tu vida y te llevará a un nuevo gozo en él.
La oración es donde ocurre la transformación, donde tu corazón es sanado y renovado.
¿Harás de la oración diaria una prioridad?
Aprende por ti mismo por qué la oración es importante. Experimenta el poder de la oración cuando te comprometes a pasar regularmente tiempo con Dios en oración.
La oración -especialmente la oración regular, diaria y personal- puede transformar tu día y tu corazón.
Así que, ¿darás el siguiente paso para hacer de la oración una prioridad en tu vida?
Sé que tu día está ocupado (¡también el mío!), pero te prometo que puedes encontrar tiempo para lo que consideres prioritario.