A menudo considerados como competidores directos, el acrílico y el policarbonato tienen mucho en común a primera vista y de vez en cuando chocan al realizar las mismas tareas. Pero, ¿cómo se puede elegir entre los dos cuando a simple vista no se puede diferenciar entre ellos? La respuesta es bastante sencilla, ya que sus propiedades reales son bastante diferentes, por lo que no es realmente una cuestión de cuál es mejor, sino más bien cuál es más adecuado para sus propósitos.
Resistencia a los daños:
Debido a que tanto el acrílico como el policarbonato son tipos de plástico, ambos presumen de impresionantes niveles de resistencia a los impactos fuertes y pueden mantenerse frente a la mayoría de los materiales alternativos. A menudo se establece una comparación entre ellos y el vidrio, en la que el vidrio siempre sale como claro perdedor.
Esto se debe a que ambos plásticos son muy resistentes a los daños y eliminarán fácilmente un impacto que habría reducido un panel de vidrio en miles de fragmentos. Sin embargo, entre los dos, el policarbonato se convertiría en el vencedor, ya que cuenta con una resistencia a los impactos más de 30 veces superior a la del vidrio. Dependiendo de su fabricación, el acrílico puede tener entre 10 y 24 veces la resistencia del vidrio, pero siempre será inferior a la fuerza demostrada por el policarbonato.
Colores:
El acrílico está disponible en una paleta de colores muy amplia y variada, algo que no se puede decir del policarbonato, que tiene una variedad mucho más limitada, aunque viene en la mayoría de los colores estándar.
Limpieza:
Su resistencia a los golpes fuertes, si bien es impresionante, no se traduce en su capacidad para soportar los arañazos y ambos (especialmente el policarbonato) sucumbirán a los arañazos, lo que significa que deben evitarse las soluciones de limpieza abrasivas y las esponjas o estropajos rugosos.
Ambos se limpian fácilmente con agua y jabón, pero el acrílico es menos resistente a los productos químicos más fuertes que el policarbonato, y no debe limpiarse nunca con limpiacristales o aerosoles a base de amoníaco.
El policarbonato puede soportar los rigores de estos tipos de limpiadores y, por lo tanto, es menos probable que se dañe mientras se mantiene; pero una vez que se ha infligido el daño no es fácil de arreglar. El acrílico, sin embargo, puede recuperarse de daños menores, como ligeros arañazos, sin apenas gastos y con menos dificultades.
Transparencia:
El acrílico es marginalmente más claro que el policarbonato y la diferencia es insignificante, pero la diferencia se ampliará si se permite que el policarbonato amarillee, como resultado de la exposición al sol.
Además, con el tiempo ambos perderán claridad visual, la diferencia es que el acrílico se puede pulir para recuperarla; el policarbonato no.
Coste:
El policarbonato puede ser entre un 35% y un 300% más caro que el acrílico.
Trabajabilidad:
Cuando se trata de cortar láminas de acrílico y policarbonato, el acrílico es más manejable y puede ser cortado con mayor facilidad y notablemente menos resistencia, especialmente cuando se utilizan herramientas eléctricas.
La perforación, por otro lado, es donde el policarbonato se destaca, ya que puede ser perforado con seguridad en cualquier parte de la lámina con una broca estándar y el 99% de las veces no sufre daños. El acrílico resistirá el taladrado pero será más probable que se rompa cuanto más cerca de las esquinas se taladre.
Si hay alguna diferencia entre el policarbonato y el acrílico que no se haya tratado aquí, por favor deje un comentario o póngase en contacto con nosotros.
¡Hechos divertidos!
- Ambos se incorporan en el equipo antidisturbios, siendo el acrílico utilizado en los vehículos antidisturbios y el policarbonato en los escudos y viseras antidisturbios.
- Debido a su fuerza y resistencia a los daños, las láminas gruesas de policarbonato se utilizan como cristal antibalas.
- El policarbonato puede ser más fuerte que el acrílico, pero el acrílico sigue siendo lo suficientemente fuerte como para ser utilizado como visores de cascos de motocicletas, protección de espectadores de hockey sobre hielo y las ventanas de helicópteros y submarinos.