La tuberculosis farmacorresistente (TB) es una de las principales causas de la resistencia a los antimicrobianos en todo el mundo y sigue siendo una amenaza para la salud pública. Cada año, alrededor de medio millón de personas enferman de tuberculosis farmacorresistente en todo el mundo.
La farmacorresistencia es un obstáculo formidable para la atención y la prevención de la tuberculosis en todo el mundo, ya que hace que su tratamiento sea más difícil y prolongado, y a menudo con peores resultados para los pacientes.
Las personas con tuberculosis farmacorresistente se enfrentan a importantes costes económicos y sociales y sólo 1 de cada 3 accede a una atención de calidad. Llegar a los pacientes que faltan sigue siendo un importante reto para la salud pública.
Para abordar esta cuestión, la OMS examina los datos más recientes para establecer normas y estándares para el diagnóstico y la atención de la tuberculosis farmacorresistente. La OMS colabora con los países, los asociados y la sociedad civil para ampliar el diagnóstico molecular rápido para detectar la farmacorresistencia, y para aumentar el acceso a tratamientos mejores y más eficaces.
La OMS lleva trabajando con los países para reforzar la vigilancia de la farmacorresistencia desde principios de la década de 1990. Los datos recopilados representan el 99% de la población mundial y de las personas con TB.
A través de la investigación y la innovación, la OMS trabaja para acelerar el desarrollo de diagnósticos y tratamientos rápidos para la TB farmacorresistente.