Al principio tenía miedo, estaba petrificada…

Seguía pensando que nunca podría vivir sin
Y pasé tantas noches
Solo sintiendo pena por mí misma, solía llorar
Pero ahora mantengo la cabeza alta
¡Sobreviviré!

Ahora que la increíble voz de Gloria Gaynor está corriendo por tu cabeza, piensa en lo importante que es la actitud durante cualquier transición profesional.

Perder un trabajo es duro. En muchas culturas, lo que hacemos y la cantidad de dinero que ganamos se sienten intrínsecamente ligados a lo que somos. Cuando perdemos ese valor percibido, podemos dudar de nosotros mismos, cuestionar nuestro valor y vernos inundados por sentimientos negativos.

Estos sentimientos y reacciones son reales y normales… pero pueden descarrilar nuestro éxito en la búsqueda de un nuevo trabajo. Eso es porque lo que sentimos a menudo se refleja en cómo actuamos, lo que decimos y cómo aparecemos ante los demás.

Este consejo no es apropiado para las personas con depresión grave u otros problemas importantes, pero en una búsqueda de empleo la mejor solución es a menudo «fingir hasta que lo consigas.» En otras palabras: ACTÚA con propósito, confianza y buen humor aunque no te sientas del todo así.

Y, los estudios demuestran que la forma en que actuamos ¡afecta a la forma en que nos sentimos! Algunos ejemplos: http://ideas.time.com/2013/04/22/how-powerful-people-think/
http://www.ted.com/talks/amy_cuddy_your_body_language_shapes_who_you_are

Así que… llora en privado, procesa tus emociones y lidia con cualquier problema que te haya llevado a perder tu trabajo. Pero antes de salir al mercado laboral, adopta esa pose de poder, haz ese baile de discoteca y ACTÚA con confianza.

Sobrevivirás, y muy probablemente prosperarás.

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