La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos aconseja a los padres que nunca den a los niños menores de dos años ningún producto para la tos y el resfriado que contenga descongestionantes o antihistamínicos sin consultar con un pediatra. Los bebés pueden utilizar un humidificador de vapor frío para reducir la congestión al disminuir la hinchazón de las fosas nasales. Las gotas nasales de solución salina y la aspiración de las fosas nasales del bebé con una jeringuilla de pera también reconfortan al bebé congestionado. Comenta con el pediatra de tu bebé el uso de vacunas contra la alergia, que son pequeñas inyecciones del alérgeno del gato que ayudan a tu bebé a desarrollar una tolerancia a las proteínas de la caspa del gato. No permitas que el gato entre en las habitaciones donde duerme tu bebé, y limpia el dormitorio a fondo y con frecuencia. Lo mejor es quitar las alfombras de la casa, pero si no es posible, aspire con un filtro de partículas de alta eficiencia y limpie la alfombra con vapor a menudo. La Asthma and Allergy Foundation of America sugiere cubrir las rejillas de ventilación del dormitorio con una gasa. Si las alergias de su bebé son graves, la mejor opción es un nuevo hogar para su gato.