Anhídrido, cualquier compuesto químico obtenido, en la práctica o en principio, por la eliminación de agua de otro compuesto. Ejemplos de anhídridos inorgánicos son el trióxido de azufre, SO3, derivado del ácido sulfúrico, y el óxido de calcio, CaO, derivado del hidróxido de calcio. El trióxido de azufre y otros óxidos formados por la eliminación de agua de un ácido suelen denominarse anhídridos ácidos, mientras que los que, como el óxido de calcio, son producidos por una base al perder agua se designan como anhídridos básicos.
El más importante de los anhídridos orgánicos es el anhídrido acético, (CH3CO)2O. Se prepara industrialmente de dos maneras: por oxidación atmosférica del acetaldehído en presencia de un acetato metálico; y a partir del ácido acético por reacción con acetileno o ceteno. Otros anhídridos orgánicos pueden prepararse a partir de ácidos carboxílicos por reacción con anhídrido acético, ceteno, metoxiacetileno o acetato de isopropenilo. Los anhídridos también se producen cuando los haluros de acilo reaccionan con anhídrido acético o con ácido carboxílico y piridina.
Los anhídridos orgánicos se utilizan para introducir el grupo acilo (RCO) en la síntesis orgánica. Reaccionan con agua para dar ácidos carboxílicos, con alcoholes o fenoles para dar ésteres, y con amoníaco y aminas para dar amidas. El anhídrido acético se emplea en la fabricación de acetato de celulosa, muy utilizado como base para cintas magnéticas y en la fabricación de fibras textiles. Además, se calienta con ácido salicílico para producir el producto químico medicinal ácido acetilsalicílico (aspirina).