Pero no son animales domésticos, por mucho que deseemos que lo sean. Los cachorros se convierten en adultos adultos y poderosos; los monos necesitan un entorno social y el tipo de libertad que no se puede reproducir en una casa privada.
Pero legalmente no hay ninguna ley federal que regule la propiedad de animales exóticos. En su lugar, los estados y las legislaturas locales deciden si usted o su vecino pueden poseer criaturas que -aunque hermosas- pueden ser peligrosas.
Como explicó a Tech Insider Lisa Wathne, experta en fauna en cautividad de la Humane Society, ese mosaico de leyes es frecuentemente complicado. La Humane Society está interesada en una legislación nacional que prohíba tener grandes felinos, osos, primates y grandes serpientes peligrosas como mascotas.
Algunos estados prohíben a los individuos tener estas criaturas como mascotas, pero otros sólo requieren un permiso que a veces es fácil y a veces difícil de conseguir. Otros no tienen restricciones a nivel estatal.
Aquí hay una mirada actual a ese mosaico de leyes, que en última instancia afecta no sólo al bienestar de los animales inteligentes, sino también a la seguridad de sus vecinos humanos, a veces involuntarios:
En los últimos años ha habido algunos cambios. El más dramático se produjo poco después de un incidente ocurrido en 2011 en Ohio, cuando un hombre se suicidó después de liberar su menagerie personal. Aquel desastre y la posterior limpieza dejaron un recuento de cadáveres de 18 tigres, 17 leones, 8 osos, tres pumas, dos lobos, un babuino y un macaco.
Desde entonces, Ohio prohibió a los residentes poseer la mayoría de los animales salvajes peligrosos como mascotas, con algunas excepciones, aunque los expositores pueden seguir adquiriendo esos animales.
Pero incluso en los lugares donde la propiedad de animales exóticos está legalmente prohibida, la gente a veces compra estas criaturas en subastas o a otros individuos, según Cathy Liss, la presidenta del Instituto de Bienestar Animal.