Contexto: La neuropatía periférica diabética está ahora bien reconocida como la causa más común de artropatía de Charcot del pie y del tobillo, pero puede estar asociada a otras neuropatías periféricas. Aunque no es muy conocida, está bien documentado que la artritis reumatoide está relacionada con la neuropatía periférica. Sin embargo, a pesar de la neuropatía reumatoide, la artropatía de Charcot nunca se ha asociado a la artritis reumatoide. Informamos de una serie de pacientes con artropatía de Charcot con artritis reumatoide concomitante.
Métodos: Se revisaron las historias clínicas de los pacientes tratados entre 1986 y 2009 con artropatía de Charcot y artritis reumatoide. Los datos registrados incluyeron los factores de riesgo de la neuropatía, los medicamentos, los antecedentes de ulceraciones, el estado ambulatorio, el uso de calzado y el curso del tratamiento. Las radiografías de las articulaciones de Charcot se categorizaron según la clasificación anatómica de Brodsky. La atención a los pacientes se basó en los algoritmos de tratamiento publicados, haciendo hincapié en el tratamiento acomodativo y no quirúrgico con intervenciones quirúrgicas selectivas. La cirugía estaba indicada para las lesiones recalcitrantes y no cicatrizantes de los tejidos blandos y/o para los pies no plantígrados. Se consideró un resultado exitoso un paciente ambulatorio sin amputación y una envoltura cutánea cerrada en el último seguimiento.
Resultados: Cuatro hombres y 16 mujeres cumplieron con los criterios diagnósticos, resultando 33 pies en la serie. La edad media fue de 61 años y el seguimiento medio fue de 4,3 años. Además de la artritis reumatoide, 4 pacientes (7 pies) tenían hipotiroidismo, 4 pacientes (6 pies) tenían diabetes, 1 paciente (2 pies) tenía anemia megaloblástica y diabetes, y 1 paciente (1 pie) tenía hipotiroidismo y diabetes; sin embargo, 17 pies (52%) no tenían fuentes conocidas de neuropatía. La afectación de Charcot fue de tipo 1-mediopié en 21 pies (64%), de tipo 2-trasero en 7 (21%), de tipo 3a-tobillo en 4 (12%), y de tipo 3b-calcáneo en 1 (3%). Veintitrés pies (70%) fueron tratados con modalidades conservadoras. Diez pies (30%) requirieron 15 cirugías, de las cuales la exostectomía fue el procedimiento más común. De los 33 pies, 3 tuvieron ulceraciones persistentes y 1 fue sometido a una amputación mayor, lo que representa 4 fracasos.
Conclusiones: Concienciando a la comunidad ortopédica, informamos de una población con artropatía de Charcot con un diagnóstico de artritis reumatoide concomitante, destacando una relación entre las 2 enfermedades. Mediante un régimen de tratamiento conservador combinado con intervenciones quirúrgicas selectivas, se lograron resultados satisfactorios en el 88% de los pies de Charcot reumatoides. Aunque varios pacientes tenían fuentes de neuropatía adicionales que podían causar artropatía de Charcot (por ejemplo, diabetes), la mayoría de los pies no tenían ninguna etiología que explicara la neuropatía o la neuroartropatía, excepto la artritis reumatoide. Se requieren más estudios para ampliar esta relación entre las 2 enfermedades.
Nivel de evidencia: Nivel IV, serie de casos retrospectiva.