Después de muchos años de tratamiento conservador infructuoso, 16 pacientes que sufren de hemicrania se alivian de su dolor o mejoran con el tratamiento quirúrgico. Se comprueba que los ataques de hemicránea o la hemicránea permanente son causados por la compresión de la raíz nerviosa cervical superior. La compresión vascular de C2 (n = 9) o el tejido cicatricial que rodea a C2 (n = 1) o C3 (n = 1) es la patología identificada en los casos de cefalea cervicogénica o cefalea «en racimo». La compresión atribuible a un tumor, a un disco prolapsado o a cambios espondilóticos se encuentra como causa de cefalea permanente. Sólo en aquellos pacientes con cefalea permanente los hallazgos radiológicos o electrofisiológicos son útiles para el diagnóstico. En los pacientes con ataques hemicraneales y compresión de la raíz nerviosa C2 (n = 10) o C3 (n = 1), sólo las pruebas vasoactivas (provocando o aliviando el dolor) o la anestesia local resultan útiles para diagnosticar y localizar el origen del dolor. La operación consiste en liberar las raíces nerviosas de la compresión vascular. En dos pacientes se reseca el ganglio C2. Trece pacientes quedan libres de dolor. En tres pacientes, la hemicránea mejora. Cuatro de los 16 pacientes experimentan una reaparición del dolor después de la operación descompresiva. Después de la termorresección adicional, dos pacientes no tienen más quejas y un paciente ha mejorado. Un paciente puede tolerar su dolor con analgésicos ocasionales. Se discute el problema del dolor referido a la región fronto-ocular.