Cáncer de vejiga: Signos clínicos, diagnóstico y tratamiento
Sistema urinario
El sistema urinario está formado por los riñones, los uréteres, la vejiga urinaria y la uretra. Los riñones son los órganos que filtran la sangre para eliminar los residuos y mantener el equilibrio electrolítico del cuerpo. Los residuos filtrados se convierten en orina, viajan a la vejiga urinaria a través de los uréteres y se acumulan continuamente en la vejiga.
La vejiga es capaz de expandirse debido a las propiedades especiales de su pared y su revestimiento interior. Cuando un animal orina, la orina es expulsada del cuerpo a través de la uretra.
¿Qué es el cáncer de vejiga?
El tipo más común de cáncer de vejiga urinaria es el carcinoma de células transicionales (CCT). Se trata de un tumor de las células que recubren el interior de la vejiga urinaria. Otros tipos menos comunes de tumores de la vejiga pueden ser los leiomiosarcomas, los fibrosarcomas y otros tumores de tejidos blandos. El CCT también puede aparecer en el riñón, los uréteres, la uretra, la próstata o la vagina. Puede extenderse (hacer metástasis) a los pulmones, los ganglios linfáticos, los huesos u otros órganos.
Aproximadamente el 20% de los perros con cáncer de vejiga tienen metástasis en el momento del diagnóstico. El cáncer de vejiga es mucho más común en los perros que en los gatos, pero el TCC sólo representa menos del 1% de todos los cánceres registrados en los perros. El cáncer de vejiga puede aparecer en cualquier raza, pero es más frecuente en los perros pastores de Shetland, los terriers escoceses, los fox terriers de pelo duro, los West Highland terriers y los beagles. Las perras de mediana o avanzada edad son las más afectadas. Algunos estudios han sugerido que la exposición crónica a ciertas sustancias químicas (productos petroquímicos, pesticidas) puede aumentar el riesgo de que un perro desarrolle cáncer de vejiga.
Signos clínicos
Los signos del cáncer de vejiga pueden ser similares a los observados en las infecciones del tracto urinario. Estos incluyen micción pequeña y frecuente, dolor al orinar, orina con sangre e incontinencia. Los síntomas suelen mejorar inicialmente con la administración de antibióticos (ya que la infección de la vejiga es una enfermedad concurrente común) pero luego vuelven a aparecer poco tiempo después.
Un veterinario puede sentir el tumor durante la palpación abdominal si es grande. Si el tumor se ha extendido a los ganglios linfáticos dentro del abdomen, pueden ser palpados durante un examen rectal digital. La propagación del tumor a los huesos puede causar cojera o dolor óseo.
Si el tumor de la vejiga invade la uretra, puede bloquear el flujo de orina y provocar un esfuerzo para orinar. Si es lo suficientemente grave, esto puede acabar provocando daños en los riñones (hidronefrosis) y posiblemente insuficiencia renal. La incapacidad total para orinar es una emergencia médica y debe ser tratada por un veterinario inmediatamente.
Diagnóstico
- Análisis de orina: Las mascotas con cáncer de vejiga a veces tienen células cancerosas encontradas en la orina. La inflamación del tracto urinario por una infección puede formar células de apariencia similar, por lo que esta prueba rara vez es diagnóstica del cáncer de vejiga. Sin embargo, un análisis de orina comprueba si hay infecciones secundarias de la vejiga (debido al tumor) y ayuda a evaluar la salud de los riñones.
- Análisis de sangre: los análisis de sangre suelen ser normales en las mascotas con cáncer de vejiga a menos que la función renal esté deteriorada. Sin embargo, los análisis de sangre son importantes porque ayudan a evaluar el estado de salud general de su mascota, lo que influye en las opciones de tratamiento.
- Prueba del antígeno del tumor vesical veterinario (VBTA): Se trata de una prueba de cribado que se realiza en la orina para comprobar si hay cáncer de vejiga en los perros. Uno de los inconvenientes de esta prueba es que los perros que no tienen cáncer de vejiga pueden dar positivo en la prueba VBTA, especialmente si hay una infección de la vejiga.
- Imagen abdominal: Los tumores de vejiga rara vez son evidentes en las radiografías abdominales normales (rayos X), sin embargo, la propagación del tumor a los huesos puede ser evidente. A veces se pueden utilizar estudios especiales con tinte (cistogramas) para hacer visibles los tumores en las radiografías. Este estudio es especialmente útil si su veterinario sospecha que el tumor puede estar invadiendo la uretra de su mascota. Otra forma de obtener imágenes del abdomen es con la ecografía. La ecografía es útil para observar el tamaño del tumor dentro de la vejiga y el tamaño de los ganglios linfáticos adyacentes a la vejiga urinaria.
- Imagen torácica: Dado que los cánceres de vejiga pueden extenderse a los pulmones, su veterinario puede realizar radiografías de tórax (rayos X) para comprobar si hay metástasis.
- Biopsia: para diagnosticar definitivamente el CCT de vejiga, debe evaluarse una muestra de células cancerosas. Esto suele hacerse con una biopsia quirúrgica o a partir de células recogidas a través de un catéter urinario guiado por ecografía. En las perras, la cistoscopia (se introduce una cámara en la vejiga) es útil para visualizar directamente el tumor y realizar una biopsia. La biopsia se enviará a un patólogo para que la examine al microscopio.
- Cirugía: La extirpación quirúrgica de todo el tumor rara vez es posible. Esto se debe a que el tumor suele surgir en el lugar donde los uréteres entran en la vejiga y en la región de salida de la uretra. Por lo tanto, la cirugía interrumpiría estas estructuras vitales. Ocasionalmente, el tumor surge en otra parte de la vejiga (especialmente en los gatos), y la cirugía puede extirpar la totalidad o la mayor parte del tumor.
Cuando el tumor sólo se reduce de tamaño en la cirugía, esto se denomina «citorreducción». Aunque puede aliviar temporalmente los síntomas de la mascota, el tumor volverá a crecer. - Quimioterapia: Por desgracia, aún no se ha encontrado un protocolo de quimioterapia que funcione bien para los cánceres de vejiga en las mascotas. Menos del 20% de las mascotas responderán a los protocolos de quimioterapia intravenosa utilizados actualmente. Ciertos fármacos antiinflamatorios no esteroideos orales, como el piroxicam (Feldene®) o el meloxicam (Metacam®), han demostrado una actividad anticancerosa con el TCC y pueden ayudar a algunos perros. Estos funcionan mejor cuando se combinan con la quimioterapia.
- Radioterapia: La radioterapia puede ser útil en algunos pacientes con cáncer de vejiga. Aunque algunos estudios sugieren que funciona mejor que la quimioterapia, puede tener efectos secundarios graves.
Tratamiento
Pronóstico
El pronóstico a largo plazo para las mascotas con cáncer de vejiga es generalmente pobre, independientemente del tratamiento. Sin embargo, con el tratamiento, las mascotas pueden tener una mejor calidad de vida durante un período de tiempo. De media, los perros con CCT de vejiga viven entre 4 y 6 meses sin tratamiento, y entre 6 y 12 meses con tratamiento.
Para más información sobre este tema, hable con el veterinario que trate a su mascota.