El Partido Demócrata se tomó las cosas con demasiada facilidad, creyendo que las palabras de Donald Trump sólo servían para hacer titulares y no para convencer a alguien de votar por él como Comandante en Jefe.
Lo que no se dieron cuenta es que la población estadounidense está cansada de escuchar las mismas palabras bonitas que no les sirven de nada una vez que el despacho oval está ocupado. La desconfianza en el gobierno, en la política y en los políticos como Clinton, es la razón de su pérdida, ya que representa todo lo que está mal en el sistema. Un sistema que la gente cree que les perjudica y les hace la vida más difícil.
Por el contrario, Trump no es de este sistema y no tuvo ningún reparo en golpear abiertamente cada aspecto del mismo.
Francamente hablando, Estados Unidos está sufriendo y la gente que está en apuros estuvo de acuerdo con la retórica antisistema de Trump, y finalmente votó por él.
La revelación más impactante es que los estados que históricamente votaban a los demócratas dieron la victoria a Trump por márgenes muy decentes. Estados como Pensilvania, Wisconsin y Michigan, si bien dieron una dura carrera a ambos finalmente no fueron tan confiables como la campaña de Clinton pensó que serían.
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Mientras que Clinton estuvo liderando en PA toda la noche, Trump saltó por delante en las últimas horas y quedó por encima con el 48.7%(75.000 de ventaja) frente al 47,7% de ella.
Sí, estuvo cerca en términos de porcentaje, pero nunca debería haber estado tan cerca-no en un estado azul. Trump estuvo haciendo campaña en Wisconsin y Michigan mientras que Clinton apenas pasó por allí porque su equipo debió pensar que era un estado seguro pero ahora los votos hablan por sí solos; Él lideró con un 49%(85.000 de ventaja) frente al 45,8% de ella y un 48,3%(71.000 de ventaja) frente al 46,6% de ella respectivamente.
Los estados clave también le fallaron a Clinton porque de los 14 sólo consiguió ganar 3 (NH todavía no está declarado azul en este momento cuando escribo este artículo).
En las elecciones de 2012, Obama ganó 10 de esos mismos estados, y quizás eso pudo deberse a que era su segundo mandato, pero resulta chocante que ella perdiera tantos de ellos en 2016.
Siendo Florida y PA los principales en los que ella tenía una fuerte oportunidad de conseguir un gran impulso en votos electorales, pero eso no ocurrió. En FL el resultado fue de 49,1%(128.000 de ventaja) frente a su 47,7%, que no era un margen pequeño, era una carrera ajustada, pero finalmente no lo suficiente para su beneficio. Sí, ella consiguió NY, NJ, CA, IL, WA, OR, NM y otros estados costeros, pero todos ellos eran esperados.
Necesitaba atraer a los votantes que no tenían una visión típica de izquierda o moderada.de izquierda o moderados, pero eso resultó ser demasiado difícil porque no podían confiar en ella para hacer su trabajo y, lo que es más importante, no podían confiar en ella: estaba demasiado arraigada en el sistema para ellos.
Como resulta que la experiencia no cuenta mucho cuando la gente quiere un cambio y una revisión de las viejas prácticas.
Trump, sin embargo, consiguió todos los estados que quería y necesitaba para ganar. No sólo consiguió arrollar en todos los estados rojos típicos de los republicanos, sino que también obtuvo márgenes porcentuales decentes en los estados clave de VA, NC, GA, OH, IA y UT.
Clinton también tuvo márgenes decentes en sus estados clave, simplemente no pudo conseguirlos.
Así que sí, en resumen, la complacencia fue el problema. El bando de Clinton, todo el tiempo, pensó que mientras vencieran a Bernie Sanders, la elección sería «suya», y ahora están sufriendo los resultados de dicha complacencia.