¿Qué es el fosfato de aluminio y sodio y dónde lo encuentro?
El fosfato de aluminio y sodio es un ingrediente que se encuentra comúnmente en los polvos para hornear y en los quesos procesados.
En los polvos de hornear, los panaderos lo utilizan como un ácido que proporciona la reacción química de los productos horneados necesaria para subir. El fosfato de aluminio y sodio reacciona con el calor y los otros ingredientes leudantes para permitir que los productos horneados suban. Los fabricantes suelen utilizarlo en la repostería industrial para productos como galletas, magdalenas, galletas saladas, gofres, etc.
Los polvos de hornear para uso doméstico no suelen contener aluminio porque los ingredientes niveladores suelen reaccionar con la humedad y no con el calor para la reacción química necesaria.
En los quesos procesados, los fabricantes lo utilizan para crear una textura suave y blanda con características de fácil fusión y corte.
¿Por qué algunas personas creen que es perjudicial?
El fosfato de aluminio y sodio contiene dos elementos que suscitan la preocupación de algunas personas: el fosfato y el aluminio.
Se sabe que el consumo excesivo de fósforo puede causar daños en los riñones, especialmente en personas con afecciones renales (1,2). El fosfato de aluminio y sodio se considera un ingrediente que contiene fósforo.
Además, algunos estudios sugieren que la exposición excesiva al aluminio, especialmente la que puede darse en entornos laborales como la producción de aluminio, puede causar impactos adversos en la salud reproductiva y neurológica (1,2). Como sabemos, peligro no es igual a riesgo, y es poco probable que estemos expuestos a niveles nocivos de aluminio en los ingredientes que utilizamos en nuestra vida cotidiana.
¿Qué dice la ciencia sobre la seguridad?
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) reconoce el fosfato de aluminio y sodio como un ingrediente GRAS que no plantea riesgos para la salud a menos que se consuma en cantidades significativas. Sería poco probable que alguien consumiera fosfato de aluminio y sodio en las cantidades necesarias para causar daño.
En 2018, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) revisó el fosfato de aluminio y sodio, conocido en Europa como E 541. En su análisis de seguridad, tuvieron en cuenta la biodisponibilidad del fosfato de aluminio y sodio. La biodisponibilidad, en este caso, se refiere a la cantidad de E 541 que nuestro cuerpo absorbe tras su consumo. Debido a la limitada absorción del E 541 y a su limitado uso en los productos, la EFSA determinó que el E 541 es seguro de consumir en cantidades típicas.
¿Qué debo tener en cuenta?
Recuerde que la dosis hace el veneno (1,2). Para que el fosfato de aluminio y sodio cause daños, debe haber una exposición significativa y repetida a este ingrediente. La exposición tendría que ser muchas veces mayor que la que encontramos en la vida cotidiana.
Es importante señalar que la FDA y la EFSA tienen en cuenta a las poblaciones vulnerables, como los niños pequeños y las personas con problemas de salud, a la hora de hacer recomendaciones de seguridad. Si un ingrediente afecta a la salud de las personas, puede prohibirse y dejar de venderse o puede contener advertencias adicionales para personas con condiciones de salud específicas.
Las buenas noticias.
A medida que investigamos más los ingredientes, podemos aprender a entender cómo afectan a nuestra salud. Cuando organizaciones como la FDA y la EFSA revisan los ingredientes utilizando los últimos protocolos de evaluación de riesgos (1,2,3), obtenemos una imagen más completa de la seguridad de nuestros alimentos.