¿Cómo se exponen las personas a los contaminantes del suelo?
Hay varias formas en que los humanos pueden estar expuestos a los contaminantes del suelo. Las más comunes son:
1. Ingerir suelo
Aunque pueda parecer extraño comer suelo, los contaminantes pueden ser ingeridos de diversas maneras. Los niños pequeños pueden ser especialmente susceptibles, ya que juegan en el suelo desnudo. Los niños pueden respirar las partículas de polvo que se dispersan de forma natural durante el juego. También pueden ser curiosos e intentar comer tierra. Si la tierra no está contaminada, esto no supone ningún problema para los niños. Puede hacer que el suelo de su jardín sea analizado en busca de plomo y otras sustancias para estar tranquilo.
El polvo del suelo contaminado también puede afectar a nuestro suministro de alimentos. Por ejemplo, la tierra contaminada podría estar presente en los productos. Si un artículo como la lechuga se cultiva en suelo con contaminantes, las hojas podrían estar cubiertas. Lavar la lechuga es muy importante. Los cultivos de raíces, como las zanahorias y las patatas, suelen tener tierra en la tienda. Si proceden de un suelo contaminado, también es importante lavarlos bien.
El mayor riesgo de ingerir tierra se produce cuando ésta se deja al descubierto. Cubrir la tierra con hierba u otras plantas y acolcharla bien reduce el riesgo de contaminación. Si la gente está comiendo al aire libre cerca del suelo en un día ventoso, los contaminantes en el aire pueden caer en los alimentos antes de que se coman.
2. Respirar volátiles y polvo
Cuando los suelos están descubiertos, pequeñas partículas pueden ser transportadas por el aire con el viento u otras perturbaciones. Los trabajos de construcción o demolición, las operaciones mineras o los esfuerzos de jardinería deficientes pueden hacer que el suelo se llene de polvo. La inhalación de polvo contaminado puede causar daños físicos o químicos a los seres humanos. Por ejemplo, las fibras de amianto pueden perforar los pulmones. Productos químicos como el plomo pueden dañar el sistema nervioso, incluido el cerebro.
3. Absorción a través de la piel
Los contaminantes también pueden ser absorbidos a través de la piel. La creosota es un material común utilizado para conservar la madera en Estados Unidos. Esta compleja mezcla de productos químicos puede filtrarse de la madera tratada y contaminar el suelo. Si se tocan suelos contaminados con creosota, con el tiempo la piel puede ampollarse, pelarse o enrojecerse gravemente.
4. Comer alimentos cultivados en suelos contaminados
¡Antes de poner mucho trabajo en su casa o en su huerto comunitario, quiere asegurarse de que el suelo está a salvo de la contaminación! Si cultiva alimentos en un suelo contaminado, existe el riesgo de que su comida también esté contaminada.
Algunas urbanizaciones y huertos comunitarios se establecen en zonas que históricamente tenían un propósito diferente. Si el sitio era una zona industrial/fabricante o el sitio de un edificio demolido, los contaminantes pueden estar presentes. Hay formas de «arreglar» el suelo contaminado, pero primero hay que analizarlo. (Lea sobre los esfuerzos de un barrio aquí.)
Muchos vegetales y hierbas pueden absorber contaminantes mientras crecen. Eso te pone en riesgo si las comes. Además, las verduras y las hierbas pueden tener polvo de tierra en ellas. Sin un lavado adecuado, los contaminantes permanecen.
Algunas camas de jardín también pueden estar revestidas con madera tratada químicamente. Si no construyó sus camas de jardín usted mismo, es mejor analizar el suelo porque los productos químicos pueden filtrarse en la tierra del jardín.
Por último, los jardines o las granjas pueden estar situados en suelos no contaminados cerca de un lugar con contaminación. En este caso, el polvo puede soplar desde el sitio contaminado y contaminar el suelo que antes no estaba contaminado. En estos casos, es mejor saber cómo se utiliza el terreno vecino.