Las cuentas nacionales presentan, en términos generales, las actividades de producción, gasto y renta de los agentes económicos (hogares, empresas, gobierno) de una economía, incluidas sus relaciones con las economías de otros países, y su riqueza (patrimonio neto). Presentan tanto los flujos (medidos pero a lo largo de un periodo) como los stocks (medidos al final de un periodo), garantizando la conciliación de los flujos con los stocks. En cuanto a los flujos, las cuentas nacionales de la renta y el producto (en terminología estadounidense) proporcionan estimaciones del valor monetario de la renta y la producción por año o trimestre, incluido el PIB. En cuanto a los stocks, las «cuentas de capital» son un enfoque de balance que tiene los activos en un lado (incluyendo los valores de la tierra, el stock de capital y los activos financieros) y los pasivos y el patrimonio neto en el otro, medidos al final del período contable. Las cuentas nacionales también incluyen medidas de las variaciones de los activos, los pasivos y el patrimonio neto por período contable. Éstas pueden referirse a las cuentas de flujo de fondos o, de nuevo, a las cuentas de capital.
Hay una serie de medidas agregadas en las cuentas nacionales, entre las que destaca el producto interior bruto o PIB, quizá la medida más citada de la actividad económica agregada. Las formas de desglosar el PIB incluyen tipos de ingresos (salarios, beneficios, etc.) o gastos (consumo, inversión/ahorro, etc.). Estas medidas son ejemplos de datos macroeconómicos. Estas medidas agregadas y su cambio a lo largo del tiempo suelen ser de mayor interés para los responsables de la política económica, aunque las cuentas nacionales detalladas contienen una fuente de información para el análisis económico, por ejemplo en las tablas input-output que muestran cómo interactúan las industrias entre sí en el proceso de producción.
Las cuentas nacionales pueden presentarse en cantidades nominales o reales, con cantidades reales ajustadas para eliminar los efectos de los cambios de precios a lo largo del tiempo. También se puede obtener un índice de precios correspondiente a partir de la producción nacional. Las tasas de variación del nivel de precios y de la producción también pueden ser de interés. Se puede calcular una tasa de inflación (tasa de crecimiento del nivel de precios) para la producción nacional o sus componentes de gasto. Las tasas de crecimiento económico (normalmente la tasa de crecimiento del PIB) suelen medirse en términos reales (precios constantes). Uno de los usos de los datos de crecimiento económico de las cuentas nacionales es la contabilidad del crecimiento a lo largo de periodos de tiempo más largos para un país o a través de la estimación de diferentes fuentes de crecimiento, ya sea del crecimiento de los insumos de los factores o del cambio tecnológico.
Las cuentas se derivan de una amplia variedad de datos de fuentes estadísticas, incluyendo encuestas, datos administrativos y censales, y datos regulatorios, que se integran y armonizan en el marco conceptual. Suelen ser elaboradas por los institutos nacionales de estadística y/o los bancos centrales de cada país, aunque no siempre es así, y pueden publicarse tanto con una frecuencia anual como trimestral (menos detallada). Entre los problemas prácticos se encuentran las imprecisiones derivadas de las diferencias entre las metodologías económicas y contables, la falta de experimentos controlados sobre la calidad de los datos procedentes de diversas fuentes y la medición de los intangibles y los servicios de los sectores bancario y financiero.
Dos avances relevantes para las cuentas nacionales desde la década de 1980 son los siguientes. La contabilidad generacional es un método para medir la redistribución de las cargas fiscales a lo largo de la vida a través de las generaciones de los seguros sociales, incluyendo la seguridad social y el seguro social de salud. Se ha propuesto como una mejor guía para la sostenibilidad de una política fiscal que los déficits presupuestarios, que reflejan sólo los impuestos menos los gastos del año en curso. La contabilidad nacional medioambiental o verde es el método de valoración de los activos medioambientales, que no suelen contabilizarse en la medición de la riqueza nacional, en parte debido a la dificultad de valorarlos. El método se ha propuesto como alternativa a una valoración nula implícita de los activos medioambientales y como forma de medir la sostenibilidad de los niveles de bienestar en presencia de la degradación medioambiental.
Los datos macroeconómicos que no se derivan de las cuentas nacionales también son de amplio interés, por ejemplo, algunos índices del coste de la vida, la tasa de desempleo y la tasa de participación de la población activa. En algunos casos, se puede estimar una contrapartida de las cuentas nacionales, como un índice de precios calculado a partir de los gastos de consumo personal y la brecha del PIB (la diferencia entre el PIB observado y el PIB potencial).