El pene está compuesto por tres cilindros encerrados en una vaina llamada fascia de los gordos. Estos tres cilindros son el cuerpo esponjoso y dos cuerpos cavernosos conocidos como el cuerpo cavernoso del pene.
El cuerpo cavernoso contiene tejido eréctil esponjoso. Las arterias cavernosas recorren el centro de cada cuerpo cavernoso. La función del cuerpo cavernoso es facilitar la erección del pene.
Los músculos rodean el cuerpo cavernoso y el esponjoso. Estos músculos sostienen el pene cuando está erecto y se contraen durante la eyaculación.
Para lograr la erección el cerebro envía impulsos a los nervios del pene y éstos hacen que los múltiples músculos que rodean el cuerpo cavernoso del pene se relajen. Esto permite que la sangre fluya hacia los espacios abiertos dentro de los cuerpos cavernosos. Esta sangre crea una presión que hace que el pene se expanda, lo que comprime las venas que normalmente permiten el drenaje de la sangre. Una vez que la sangre queda atrapada, un músculo situado en los cuerpos cavernosos ayuda a mantener la erección.
La erección se invierte una vez que los músculos del pene se contraen impidiendo el flujo de sangre hacia los cuerpos cavernosos.