Los cuerpos sueltos son fragmentos de cartílago o hueso desprendidos dentro de la articulación de la rodilla. Estos fragmentos pueden estar flotando libremente (inestables) o pueden estar atrapados (estables) dentro de la articulación. Dependiendo de la gravedad, puede tener uno o más cuerpos sueltos en la articulación de la rodilla.
Causas de los cuerpos sueltos en la rodilla
Puede desarrollar cuerpos sueltos en la rodilla si:
- Has sufrido una lesión en la rodilla.
- Tienes una enfermedad articular degenerativa como la artritis.
- Haces un uso excesivo de la articulación de la rodilla debido al trabajo o al deporte.
Síntomas de los cuerpos sueltos en la rodilla
Puede experimentar los siguientes síntomas si tiene cuerpos sueltos en la rodilla.
- Dolor de rodilla.
- Hinchazón (poco frecuente).
- Movimiento limitado de la articulación.
- Sonido chirriante (crepitación) con el movimiento de la rodilla.
- Sensación de enganche o bloqueo en la articulación.
- Sensación de que algo se mueve en la rodilla.
Complicaciones de los cuerpos sueltos en la rodilla
Si no se tratan, los cuerpos sueltos pueden dañar el cartílago articular dando lugar a la osteoartritis.
Diagnóstico de los cuerpos sueltos en la rodilla
Su médico puede hacerle preguntas sobre su salud, tanto en el pasado como en el presente, y hacer un seguimiento con un examen físico de su rodilla.
Se solicitan pruebas de imagen de la rodilla como:
- Rayos X: Normalmente, la primera prueba para buscar cuerpos sueltos en la rodilla.
- Tomografía computarizada: Imágenes de mayor definición para una visión más detallada.
- Radiografía: Proporciona una imagen detallada del tejido no óseo.
- Artrografía: Una radiografía de la rodilla después de que se haya inyectado un tinte en la articulación.
Esto ayuda a su médico a determinar la gravedad de su afección y el tipo de tratamiento que necesitaría.
Tratamiento de los cuerpos sueltos en la rodilla
Es importante tratar la afección de forma precoz para prevenir el daño del cartílago. En los casos menos graves, las opciones no quirúrgicas como la fisioterapia y los analgésicos antiinflamatorios pueden ayudar a mantener la flexibilidad de la articulación de la rodilla. Sin embargo, en la mayoría de los casos, se requiere la extirpación quirúrgica de los cuerpos sueltos.
La cirugía de elección en la mayoría de los casos es la artroscopia de rodilla (artroscopia de «limpieza»). Se trata de una cirugía mínimamente invasiva y suele dar lugar a menos complicaciones. Además, permite a su médico evaluar cualquier daño en el cartílago y reparar la afección. Es la más adecuada para eliminar los cuerpos sueltos más pequeños.
Los cuerpos sueltos grandes que no pueden eliminarse mediante artroscopia se tratan mediante cirugía abierta o artrotomía. Sin embargo, esto es poco frecuente.
Después de la cirugía, puede ser necesario un programa de rehabilitación para restaurar el movimiento y la fuerza de la rodilla.