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La ciudad portuaria de Ushuaia es un lugar especial. Rodeada de majestuosos montes nevados y del Canal de Beagle, no sólo es la puerta de entrada a los cruceros por la Antártida, sino que también es la ciudad más austral del mundo. O, si quiere decirlo de forma más dramática, es el fin del mundo (no, en serio: hay un cartel que dice exactamente eso).
Aquí, en Argentina, la historia se mezcla con la cultura. La grandeza de la naturaleza te rodea constantemente. Y a pesar de las condiciones climáticas frías y a menudo lluviosas, siempre encontré algo estupendo que hacer allí (como lo harás tú). Después de todo, con un paisaje tan espectacular, no es difícil.
Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre Ushuaia, y todo lo que deberías hacer allí.
Un poco de historia
Durante mucho tiempo, sólo las tribus indígenas Selk’nam y Yahgan (Yámana) vivían en esta remota parte del mundo. Los misioneros británicos llegaron a principios de la década de 1830 y establecieron los primeros asentamientos europeos.
Durante mucho tiempo, Ushuaia fue poco más que un remoto puesto de avanzada. Tras la llegada de los británicos, fue utilizada por el gobierno argentino como colonia penal. Allí se enviaba a los delincuentes y, más tarde, a los opositores al régimen. La ciudad creció en torno a ella para acoger a las familias de los que custodiaban la prisión. Cerrada a mediados del siglo XX, la prisión alberga ahora el Museo del Ex-Presidio. Las historias de los presos se cuentan en las paredes de sus celdas y hay una réplica del faro del Fin del Mundo en los jardines. Bien documentado y muy interesante, el museo es, para mí, una visita obligada en la ciudad.
Lo que antes era una pequeña ciudad dormida ha crecido mucho en los últimos años, sobre todo gracias al desarrollo turístico de la zona. Dicho esto, Ushuaia en sí misma es modesta y sin pretensiones, con una sola calle principal y la estrella del espectáculo, su paseo marítimo.
Un puñado de actividades al aire libre
En la actualidad, Ushuaia cuenta con una amplia gama de actividades al aire libre que han conformado su reputación mundial. Aunque desde aquí se puede embarcar hacia la Antártida (y pasar aún más frío), todavía encontrará muchas formas de divertirse en la ciudad y sus alrededores.
A ocho kilómetros al norte de la ciudad, el glaciar Martial domina la bahía; el senderismo es muy popular en sus flancos, así como el esquí en los meses más fríos. Disfruté especialmente tomando un chocolate caliente en el salón de té al pie de las laderas mientras me maravillaba con las vistas.
El Parque Nacional de Tierra del Fuego es una zona recreativa impresionante, abierta todo el año con entrada gratuita durante el invierno. Aunque la mayor parte no está abierta al público por motivos de conservación, el extremo sur alberga 25 millas de rutas de senderismo. El paisaje es magnífico: cascadas, lagos, montañas y glaciares. La acampada es muy importante aquí, así como la observación de aves; recuerdo con cariño haber visto mis primeros pájaros carpinteros aquí. Cosas especiales.
Parque Nacional Tierra del Fuego
Para los fanáticos de la fauna y los paseos en barco, Recomiendo hacer una excursión por el famoso Canal de Beagle para divisar la Isla de los Pájaros, la Isla de los Leones Marinos, el faro Les Éclaireurs, que señala con orgullo el extremo sur de Argentina. Llueva o haga sol, las vistas son espectaculares y los animales tan asombrosos como uno se imagina. A quién no le gustan los leones marinos?
Las opciones de actividades son infinitas aquí. Puedes visitar una colonia de pingüinos de Magallanes en la Isla Martillo. Puedes montar a caballo por la costa. O puedes ir a lo loco y explorar las colinas y bosques de Ushuaia en bicicleta de montaña.
Faro de Les Eclaireurs
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Disfrutar de Ushuaia incluso cuando llueve
Con su suave clima oceánico (el clima es similar al de Reikiavik, Islandia), las temperaturas en Ushuaia nunca superan los 62°F (17°C) en verano, y la lluvia y las nubes son vistas comunes. Esto hace que los Parques Nacionales sean fabulosamente exuberantes y que las fotos de la bahía sean espectaculares. También hace que haya más de un día de lluvia.
No te preocupes, sin embargo, hay suficiente para hacer que no te quedes varado dentro de tu habitación. En mi tercera visita, la lluvia fue una compañera constante. Me dirigí a uno de los edificios de información turística (en la calle Maípu, abierto todos los días de 8 a 17 horas, o en la calle San Martín, abierto todos los días de 17 a 21 horas) donde me sellaron el pasaporte con los 4 sellos diferentes de «Ushuaia, la ciudad más austral del mundo». Os aconsejo que lo hagáis también, es una actividad dulce y memorable.
También me paseé por el mercado de artesanía junto al edificio de información turística de la calle Maípu; hay un montón de chales, gorros de lana y calcetines para elegir. Aquí se puede incluso sucumbir a la costumbre argentina de tomar mate, la bebida nacional del país y un brebaje rico en cafeína que se parece un poco a una tisana. Si quieres beberlo como los lugareños, lo compartes con ellos, con pajita de metal y todo.
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También visita la Galería Temática de Historia, que ofrece una gran introducción a la historia de la zona. Es muy interactiva, y puedes sentirte como uno de los primeros exploradores de Tierra del Fuego, ayudado por las figuras de cera de tamaño natural que hay en los tres niveles. Hay audioguías en varios idiomas, por lo que podrás aprender sobre los pueblos originarios, la llegada de los colonos europeos y mucho más, con facilidad.
Los amantes de los museos también disfrutarán de una visita al Museo Yámana, en la calle Bernardino Rivadavia, para aprender más sobre las primeras tribus indígenas.
Los paisajes que rodean Ushuaia son difíciles de superar.
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Las joyas gastronómicas de Ushuaia
En la ciudad hay muchas opciones de restaurantes donde se puede devorar la deliciosa cocina fueguina y saborear platos de abadejo, trucha, salmón, dorada o merluza, cangrejo real o cordero patagónico. Como entrante, se puede comer una empanada, rellena de carne o verdura, y como postre, dulce de leche o calafate. Incluso se puede tomar una clase de cocina en Los Cauquenes para aprender todos los secretos gastronómicos de la zona.
Siguiendo el consejo de un amigo, elegí el bar El Viejo Almacén como cuartel general después de un largo día de paseo. Situado frente a la terminal de autobuses en la calle Maípu, es un bar acogedor con deliciosos manjares, una decoración a la antigua usanza y una sabrosa cerveza negra artesanal.
Consejo gastronómico de Fernando, director de operaciones de Intrepid en Sudamérica: «Para una bonita cena final visita el restaurante KAUPE. Hay un menú fijo que incluye aperitivo, plato principal, postre y tres vinos diferentes. El lema de la ciudad es «Ushuaia, fin del mundo, principio de todo». Tengo que estar de acuerdo: es difícil no verlo como el principio o el final de una aventura muy hermosa.
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Créditos de las imágenes (de arriba a abajo): iStock, Julie Klene x3, iStock, Julie Klene