El árbol de la mimosa, una hermosa planta ornamental con flores rosas, suaves y de sedosa fragancia, recibe su nombre de la palabra griega ‘mimos’, que significa ‘mímica’. Descubre otros datos sorprendentes sobre este árbol en el siguiente extracto.
La mimosa es un género que cuenta con más de 400 especies de arbustos y hierbas. De ellas, dos especies destacan por sus características diferenciadas. La Mimosa pudica, originaria de Sudamérica y el sur de Centroamérica, muestra un mágico espectáculo de plegado de sus hojas cuando se las toca o se las somete a la luz del sol. La Mimosa tenuiflora ha ganado una inmensa popularidad debido a la droga dimetiltriptamina, una droga psicodélica utilizada en los brebajes chamánicos, que se encuentra en la corteza de su raíz.
Conocimientos sobre el árbol de la Mimosa
La Mimosa es un árbol caducifolio de crecimiento extremadamente rápido. En promedio, crece hasta una altura de 20 a 40 pies. Su corteza es de color marrón oscuro y tiene una textura suave.
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Las suaves y verdes hojas de la mimosa se parecen mucho a las de la planta del helecho. Miden entre 5 y 8 pulgadas de largo y entre 3 y 4 pulgadas de ancho. Estas hojas crecen en un racimo y aparecen como una pluma en los tallos de color verde lima. El follaje tiene una característica especial y sensible, en la que los foliolos tienden a plegarse por la noche. Debido a esta peculiaridad, el nombre persa del árbol significa «durmiente nocturno», y es conocido como el «árbol del sueño» en Japón.
Las flores del árbol de la mimosa son aromáticas. Curiosamente, no son los pétalos, sino los largos estambres en forma de hilo de estas flores los que les dan un aspecto tan vistoso y colorido. Su color puede variar desde un rosa amarillento hasta un rojo coral. Florecen durante el verano, entre abril y julio, y crecen en racimos al final de las ramas.
Al pertenecer a la familia de las leguminosas, sus frutos se desarrollan a partir de vainas planas. Estas vainas son de color pajizo, de forma ovalada y de 15 centímetros de largo. Aunque estas vainas maduran en agosto o septiembre, permanecen en la planta hasta el invierno, tras lo cual se caen o son arrastradas por el viento. Cada vaina contiene entre 5 y 10 semillas de media pulgada de tamaño, de forma ovalada y de color marrón.
La reproducción se produce tanto por vía vegetativa como por polinización. Las semillas se dispersan principalmente en las zonas cercanas a la planta madre, pero también pueden ser dispersadas a otras zonas por el agua o la fauna. En la reproducción vegetativa, los árboles se cortan para que vuelvan a crecer.
La planta es capaz de crecer en algunas zonas realmente resistentes y puede sobrevivir a temperaturas de hasta -10 grados Fahrenheit. Aunque crece excepcionalmente bien a plena luz del sol, también puede crecer en zonas parcialmente sombreadas. La planta puede crecer en una gran variedad de tipos de suelo como el arcilloso, el limoso y el arenoso. Lo ideal es que el suelo sea ácido, pero un suelo ligeramente alcalino también sería suficiente. La planta es conocida por sobrevivir a las sequías y, por tanto, requiere poco riego.
Cuidado del árbol de mimosa
El momento ideal para plantar un árbol de mimosa es durante la primavera en un suelo bien drenado. Como estas plantas de flor prefieren un suelo de naturaleza ácida, se aconseja añadir musgo de turba y hojas compuestas a intervalos regulares para mantener sus propiedades ácidas. Riegue la planta y la tierra lo suficiente, pero no tanto como para saturarla. Mantenga limpia la zona bajo el árbol, barriendo las flores caídas y las vainas de las semillas. La poda de las ramas debe realizarse idealmente durante el otoño. Este árbol tiende a infestarse a menudo de plagas como las orugas del gusano de la telaraña. Si se ven afectadas, las ramas deben eliminarse lo antes posible para evitar daños colaterales en el árbol. Si no se tiene cuidado, podría surgir la necesidad de rociar insecticidas.
Ahora que ya conoces las condiciones favorables para cultivar una mimosa y el momento más preferible para hacerlo, puedes plantarla en tu jardín, patio o terraza. La mimosa puede reproducirse rápidamente y cubrir vastas áreas en un corto período de tiempo. Plántela con fines decorativos para realzar la belleza de su jardín.