Cuando has llorado, se te nota en la cara. Tus ojos se hinchan y se hinchan.
Las lágrimas del llanto son las mismas que mantienen nuestros ojos húmedos y confortables, y eliminan trozos de polvo y residuos.
Estas secreciones lagrimales básicas se producen en la conjuntiva, la membrana que recubre toda la superficie del ojo.
Estas secreciones básicas, sin embargo, no se desbordan como las lágrimas asociadas al llanto emocional. Esas lágrimas son producidas por la glándula lacrimal, situada en la esquina superior y externa de nuestros párpados, y no sólo son mucho más acuosas que las secreciones lagrimales básicas, sino que suelen ser tantas que se desbordan y se derraman por las mejillas y drenan a través de pequeños conductos hacia la nariz.
Las lágrimas emocionales son más acuosas y menos saladas que las secreciones lagrimales básicas y el tejido del ojo. Así que, a través del proceso de ósmosis, el agua se mueve hacia los tejidos oculares más salados, lo que hace que se hinchen. Y luego está todo ese frotamiento furtivo de los ojos para ocultar sus lágrimas, lo que inflama aún más los ojos. Aun así, aunque tenga mal aspecto, la hinchazón y la irritación acabarán desapareciendo.
No se conoce ninguna cura para los ojos hinchados y congestionados, pero se sabe que los Kleenex ayudan a la situación.