Los espartanos de la Antigua Grecia fueron uno de los ejércitos más poderosos de la historia de la civilización. Desde el duro entrenamiento, hasta las increíbles estrategias de batalla, Esparta lo tenía todo. Esparta era el nombre de la ciudad en griego. Esparta era como cualquier otra ciudad, excepto cuando se trata de la guerra y su ejército, toda la historia cambia. Cada soldado espartano era entrenado desde su nacimiento. Cuando un anciano inspeccionaba a un niño recién nacido, buscaba cualquier defecto. Y si había algún defecto, se dejaba al bebé en una colina para que muriera. Si el niño masculino pasaba la «inspección», vivía con su madre hasta la edad de siete años. Entonces, era enviado a un campamento militar llamado «Agoge». Allí, se entrenaba ferozmente hasta los veinte años, donde era enviado a la batalla. El entrenamiento incluía combates uno a uno entre estudiantes, lanzamiento de jabalina y latigazos. El objetivo de ser azotado era ser capaz de lidiar con el dolor y no desmayarse. El entrenamiento de estas formas constituía el ejército espartano. Una de las batallas más famosas de Esparta fue la batalla de las Termópilas. Se trata de una historia en la que 300 soldados espartanos se enfrentaron al ejército persa, que se decía que tenía cientos de miles de efectivos. Cuando comenzó la lucha, el líder espartano sabía que no podía ganar la batalla, y llamó a su ejército a retirarse. Pero ninguno de los espartanos se movió. Siguieron luchando hasta que todos los soldados murieron. Esto demostró la valentía del ejército espartano, y aunque no ganaron, es una de las batallas más famosas de la historia de la guerra. Los espartanos eran conocidos por su valentía, su poder y su coraje, y eso es lo que les hizo destacar del resto de los ejércitos griegos.