Por qué dejar una clase puede ser bueno
Por supuesto, «bueno» y «malo» son subjetivos y situacionales, pero en algunos casos, dejar una clase se considera mejor que quedarse. Por ejemplo, si vas a suspender o sacar una «D», probablemente sea mejor anular la matrícula. Además, si la clase te está causando estrés físico o emocional y problemas relacionados con la salud, como la ansiedad, no vale la pena sacrificar tu bienestar.
Por qué dejar una clase puede ser malo
Dejar una clase no es la mejor solución si lo haces por pura pereza o por falta de esfuerzo para intentar hacerlo mejor. Antes de abandonar, debes intentar exacerbar las opciones y recursos que tienes a tu alcance para que funcione. Esto puede significar asistir a las horas de oficina de tu profesor, comunicarte con otros estudiantes, dedicar más tiempo al estudio o pedir ayuda extra.
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Cosas a tener en cuenta
Antes de dejar una clase, debes tener en cuenta las siguientes circunstancias.
¿Necesitas la clase para tu carrera?
Si necesitas la clase para tu carrera, querrás comprobar en qué otros momentos del año se ofrece. Si dejas la clase por el profesor, primero asegúrate de que habrá otras opciones de profesores, de lo contrario, te encontrarás en la misma situación sólo que más adelante.
¿Afectará a tu ayuda financiera?
Algunas ayudas financieras se basan en tomar un cierto número de créditos de cursos en un período de tiempo determinado. Por lo tanto, si abandonas una clase y pierdes esos créditos, querrás asegurarte de que tu ayuda financiera no se vea afectada.
¿Afecta a tu GPA?
El abandono de una clase antes de la fecha límite de abandono no debería tener ningún efecto en tu GPA. Si no estás seguro de este hecho o tienes una circunstancia atenuante, puede valer la pena hablar con tu consejero universitario sobre tu problema personal para ver el mejor curso de acción.
¿Has intentado aumentar tus notas?
Como se mencionó anteriormente, si estás dejando la clase porque no quieres intentarlo, entonces deberías hacer una pausa y reconsiderar. La universidad, al igual que la vida, ofrecerá su parte justa de desafíos, pero es a través de esos desafíos que creces y aprendes.
¿Qué otras opciones hay?
Dejar una clase debe ser la última opción en una línea de opciones cuando estás luchando en una clase. En primer lugar, debes tratar de ajustar tus hábitos de estudio, hablar con tus compañeros, pedir ayuda, buscar la retroalimentación de los asesores universitarios y/o del profesor, y tratar de aprender el material de la manera que mejor funcione para ti.
El resultado final
A lo largo de tu carrera universitaria, es posible que tengas que abandonar una clase. Hacerlo no está mal visto, ya que hay muchas razones válidas por las que sería la decisión correcta. Pero, cuando decidas dejar una clase, es mejor que lo hagas antes de la fecha límite y que hayas elegido hacerlo después de intentar otras soluciones alternativas.
Por otro lado, si estás eligiendo cambiar por completo tu carrera o tu especialidad, entonces dejar una asignatura podría tener más sentido, independientemente de lo bien o mal que te vaya en el curso.