Ida Lupino

Dirección

Con su segundo marido, Collier Young (su primer marido fue el actor Louis Hayward), Lupino fundó una productora en 1949 y comenzó a escribir guiones, abordando temas tan controvertidos como la violación, la ilegitimidad y la bigamia. Su primer proyecto fue el drama sobre madres solteras Not Wanted (1949), que Lupino produjo y coescribió con Paul Jarrico. El director Elmer Clifton cayó enfermo a mitad de la producción, y Lupino intervino y la completó; sin embargo, su trabajo no fue acreditado. Debutó oficialmente como directora con Never Fear (1949; también conocida como The Young Lovers), un drama de bajo presupuesto en el que la estrella de Not Wanted, Sally Forrest, interpretaba a una joven bailarina enferma de polio. Con esta película, Lupino se convirtió en la primera directora acreditada de Hollywood desde la retirada de Dorothy Arzner en 1943. En 1950 Lupino también se convirtió en la segunda mujer admitida en el Gremio de Directores de América.

La productora de Lupino firmó un acuerdo con la RKO para ser su brazo distribuidor. Su primera empresa conjunta fue Outrage (1950), una historia con conciencia social sobre las devastadoras consecuencias de una violación en una joven (interpretada por Mala Powers); Lupino, Young y Malvin Wald coescribieron el guión. Aunque Lupino y Young se divorciaron en 1951, continuaron su relación profesional. Su siguiente aventura fue Hard, Fast and Beautiful (1951), un drama sobre una estrella del tenis adolescente (Forrest) explotada descaradamente por su madre (Claire Trevor). La dirección de Lupino era hábil, pero la película adolecía de un guión débil. Lupino, que continuó actuando, fue elegida para interpretar a una solitaria mujer ciega que ayuda a curar las heridas psíquicas de un detective de la policía (Robert Ryan) en la potente película policíaca En tierra peligrosa (1951). Pero volvió a ponerse detrás de la cámara (sin acreditar) cuando el director Nicholas Ray sufrió una crisis nerviosa.

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En 1953 Lupino dirigió su obra maestra, la sombría película de cine negro El autoestopista, que duraba 71 minutos de tensión incesante. Se centra en dos amigos (Frank Lovejoy y Edmond O’Brien) que, durante un viaje de pesca, recogen a un hombre varado (William Talman) sólo para descubrir que es un psicópata buscado por asesinato. La película fue aclamada y se considera el único filme negro realizado por una mujer. Después de que Lupino y Young se separaran de la RKO, ella dirigió y protagonizó El bígamo (1953), un melodrama ocasionalmente sensiblero pero no exento de emoción, con O’Brien como un hombre de negocios que se casa con dos mujeres (Lupino y Joan Fontaine).

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