Importancia del juego en el desarrollo de los niños

El juego es fundamental para el desarrollo de los niños porque proporcionakids_playing_dressupes tiempo y espacio para que los niños exploren y adquieran las habilidades necesarias para la vida adulta. El tiempo de juego de los niños ha disminuido constantemente debido al acceso limitado a los espacios de juego, los cambios en la forma en que se espera que los niños pasen su tiempo, la preocupación de los padres por la seguridad y el uso de los medios digitales. Entre 1981 y 1997, la cantidad de tiempo que los niños pasaban jugando se redujo en un 25 por ciento.1 Durante este mismo período, los niños de 3 a 11 años perdieron 12 horas semanales de tiempo libre y pasaron más tiempo en la escuela, haciendo los deberes y comprando con sus padres.2

El juego puede definirse como «cualquier actividad espontánea u organizada que proporciona diversión, entretenimiento, entretenimiento o distracción».3 Cuando los niños juegan, se relacionan con su entorno en un contexto seguro en el que se pueden combinar y practicar ideas y comportamientos. Los niños mejoran su capacidad de resolver problemas y su pensamiento flexible, aprenden a procesar y mostrar sus emociones, a gestionar sus miedos y a relacionarse con los demás.4 El juego libre y no estructurado permite a los niños practicar la toma de decisiones sin que se les den instrucciones ni se les proponga alcanzar un objetivo final. Pueden iniciar sus propias actividades libremente elegidas y experimentar con reglas abiertas.

Los cambios sociales y las nuevas tecnologías han tenido un gran impacto en la forma de jugar de los niños y en la cantidad de tiempo libre que se les da. El tiempo de juego de los niños sigue disminuyendo como consecuencia de:

  • Énfasis en la preparación académica a una edad temprana – El 30% de los niños estadounidenses de jardín de infancia ya no tienen recreo.1
  • Los medios electrónicos sustituyen el tiempo de juego: los niños de 8 a 10 años pasan casi 8 horas al día con diferentes medios de comunicación, y el 71% de los niños y adolescentes tienen un televisor en su habitación5
  • Menos tiempo de juego al aire libre: un estudio de seguimiento de los juegos de los niños pequeños descubrió que los menores de 13 años a veces pasan menos de 30 minutos a la semana al aire libre.
  • Riesgo percibido de los entornos de juego: en un estudio, el 94% de los padres citó las preocupaciones por la seguridad, por ejemplo, el tráfico de la calle y el peligro de los extraños, como un factor que influye en el lugar donde juegan sus hijos.1
  • Acceso limitado a espacios de juego al aire libre: sólo el 20% de los hogares de EE. UU. están situados a menos de media milla de un parque.1
  • Como resultado de la reducción del tiempo de juego, los niños pasan menos tiempo siendo activos, interactuando con otros niños y desarrollando habilidades esenciales para la vida, como las habilidades de funcionamiento ejecutivo, que utilizarán como adultos.6 Durante las visitas de control del niño, los profesionales de la salud pueden preguntar sobre el tiempo de juego de los niños y el uso de los medios de comunicación, y proporcionar sugerencias para promover un tiempo de juego de calidad. La Academia Americana de Pediatría recomienda a los profesionales de la salud que elijan dos preguntas específicas para hacer a los padres en las visitas de control del niño, como por ejemplo:

    • El número de horas que el niño pasa frente a una pantalla
    • Si hay dispositivos digitales en el dormitorio del niño.5
    • Los comportamientos de juego de los niños pueden variar en función de las normas culturales y las preferencias familiares. Mientras que algunas culturas enfatizan el individualismo y el juego independiente, otras participan en juegos y actividades más dirigidas por los padres. Esto puede influir en la forma en que los niños juegan con los juguetes y se relacionan con sus compañeros y miembros de la familia. 7 Para ayudar a aconsejar a las familias con diferentes valores, estilos de juego y comunicación, los profesionales de la salud pueden ofrecer estas recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría:

      • Permitir 1 hora al día de juego libre y no estructurado5
      • Limitar el tiempo de los medios de comunicación del niño a menos de 1 o 2 horas al día
      • No utilizar los medios de comunicación para los niños menores de 2 años
      • Establecer «zonas libres de pantallas» manteniendo los televisores, ordenadores y videojuegos fuera de las habitaciones de los niños
      • Limitar el uso de los «medios de fondo» durante el tiempo de juego y las actividades familiares, ya que distraen a niños y adultos
      • Establecer un plan para el uso de los medios, e.por ejemplo, cuándo y dónde se utilizan los medios de comunicación y la duración del tiempo que el niño utiliza los medios
      • Vea nuestro nuevo folleto sobre el juego para acceder a la información creada para los padres sobre la importancia del juego de los niños.

        Fuentes

        • Bishop, Ronald. Salir a jugar, pero en serio: Using frame analysis to explore recent news media coverage of the rediscovery of unstructured play. The Social Science Journal. 2013; 50(4): 510-520.

        • S. Hofferth, J.F. Sandberg, Cambios en el tiempo de los niños estadounidenses, 1981-1997

        • Parham, D & Fazio, S. El juego en la terapia ocupacional infantil: Second Edition. Mosby, inc; 2008.

        • Ginsburg, Kenneth R. «La importancia del juego en la promoción de un desarrollo infantil saludable y el mantenimiento de fuertes vínculos entre padres e hijos». Pediatrics. Jan. 2007: 182. Academic OneFile. Web. 23 feb. 2015.

        • Los niños, los adolescentes y los medios de comunicación. De la Academia Americana de Pediatría: declaración política. Pediatrics. 5 nov. 2013; 132 (5): 958-961.

        • Lillard, A. Peterson, J. The Immediate Impact of Different Types of Television on Young Children’s Executive Function. Pediatrics. 1 Oct. 2011.

        • Farver, J.M, Y.K., & Lee, Y. Cultural Differences in Korean- and Anglo-American Preschoolers’ Social Interaction and Play Behavior. JSTOR. Aug 1995: 66(4); 1088-1099.

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