Una niña y un niño están sentados en el suelo con la mirada fija en la pantalla del televisor que tienen delante, viendo cómo las imágenes mágicas bailan ante sus ojos y las canciones pegadizas fluyen por sus oídos. Aunque ya la hayan visto al menos veinte veces, les sigue gustando ver las películas de Las Princesas Disney tanto como a ella la primera vez que la vieron. Desde 1937 hasta 2017, esto no ha cambiado. Sin embargo, la evolución de la princesa Disney sí lo ha hecho. Para analizar esto, lo más fácil es dividir las películas de Princesas Disney en tres generaciones: La Primera Generación (1937-1959), La Segunda Generación (1989-1992) y la Tercera Generación (2009-2013).
La Primera Generación (1937-1959):
Este periodo es la base del género de ‘Princesas’ en su conjunto. En esta generación se crearon Blancanieves (1937), Cenicienta (1950) y La Bella Durmiente (1959). Este periodo establece la franquicia en su conjunto y establece la importancia de «El primer beso del amor verdadero» y «Felices para siempre».
La segunda generación (1989-1992):
La segunda generación creó un nuevo tipo de princesa, una con «más personalidad» y también marcó la introducción de la primera princesa no caucásica en la historia de Disney. Las películas de este periodo son: La Sirenita (1989), La Bella y la Bestia (1991), Aladdin (1992), Pocahontas (1995), Mulán (1998)
Tercera Generación (2009-2013):
Este es el periodo más reciente de Princesas Disney, que está bajo la dirección de Bob Iger. En esta generación están La princesa y el sapo (2009), Enredados (2010) y Frozen (2013). Hay un cambio drástico en las princesas en comparación con los últimos 72 años. A diferencia de las otras épocas, las princesas ya no se casan con sus títulos ni se quedan como princesas al final. Este periodo, al ser el más moderno hasta la fecha, es el mejor indicador de hacia dónde evolucionará la franquicia.