Científicos y médicos han documentado la enfermedad que ahora se conoce como diabetes durante miles de años. Desde los orígenes de su descubrimiento hasta los espectaculares avances en su tratamiento, muchas mentes brillantes han participado en la fascinante historia de la diabetes.
Diabetes: Sus inicios
La primera mención conocida de los síntomas de la diabetes fue en el año 1552 a.C., cuando Hesy-Ra, un médico egipcio, documentó la micción frecuente como síntoma de una misteriosa enfermedad que también causaba emaciación. También por esta época, los antiguos curanderos observaron que las hormigas parecían sentirse atraídas por la orina de las personas que padecían esta enfermedad.
En el año 150 d.C., el médico griego Arateo describió lo que hoy llamamos diabetes como «la fusión de la carne y los miembros en la orina». A partir de entonces, los médicos comenzaron a conocer mejor la diabetes.
Siglos más tarde, las personas conocidas como «catadores de agua» diagnosticaban la diabetes probando la orina de las personas sospechosas de padecerla. Si la orina tenía un sabor dulce, se diagnosticaba la diabetes. Para reconocer esta característica, en 1675 se añadió la palabra «mellitus», que significa miel, al nombre «diabetes», que significa sifón. No fue hasta el siglo XIX cuando los científicos desarrollaron pruebas químicas para detectar la presencia de azúcar en la orina.
Diabetes: Primeros tratamientos
A medida que los médicos aprendían más sobre la diabetes, empezaron a entender cómo se podía controlar. El primer tratamiento de la diabetes consistía en la prescripción de ejercicio, a menudo a caballo, que se pensaba que aliviaba la micción excesiva.
En los años 1700 y 1800, los médicos empezaron a darse cuenta de que los cambios en la dieta podían ayudar a controlar la diabetes, y aconsejaban a sus pacientes que hicieran cosas como comer sólo grasa y carne de animales o consumir grandes cantidades de azúcar. Durante la guerra franco-prusiana de principios de la década de 1870, el médico francés Apollinaire Bouchardat observó que los síntomas de sus pacientes diabéticos mejoraban debido al racionamiento de alimentos relacionado con la guerra, y desarrolló dietas individualizadas como tratamiento de la diabetes. Esto dio lugar a las dietas de moda de principios del siglo XX, entre las que se encontraban la «cura de la avena», la «terapia de la patata» y la «dieta de hambre».
En 1916, el científico de Boston Elliott Joslin se estableció como uno de los principales expertos en diabetes del mundo al crear el libro de texto El tratamiento de la diabetes mellitus, en el que se informaba de que una dieta de ayuno combinada con ejercicio regular podía reducir significativamente el riesgo de muerte en los pacientes con diabetes. Hoy en día, los médicos y educadores en diabetes siguen utilizando estos principios cuando enseñan a sus pacientes los cambios en el estilo de vida para el control de la diabetes.
Diabetes: Cómo surgió la insulina
A pesar de estos avances, antes del descubrimiento de la insulina, la diabetes conducía inevitablemente a la muerte prematura. El primer gran avance que acabó conduciendo al uso de la insulina para tratar la diabetes fue en 1889, cuando Oskar Minkowski y Joseph von Mering, investigadores de la Universidad de Estrasburgo (Francia), demostraron que la extirpación del páncreas de un perro podía inducir la diabetes.
A principios del siglo XX, Georg Zuelzer, un científico alemán, descubrió que inyectar extracto de páncreas a los pacientes podía ayudar a controlar la diabetes.
Frederick Banting, un médico de Ontario (Canadá), tuvo por primera vez la idea de utilizar la insulina para tratar la diabetes en 1920, y él y sus colegas comenzaron a probar su teoría en experimentos con animales. Banting y su equipo finalmente utilizaron la insulina para tratar con éxito a un paciente diabético en 1922 y fueron galardonados con el Premio Nobel de Medicina al año siguiente.
Diabetes: Dónde estamos hoy
Hoy en día, la insulina sigue siendo la principal terapia utilizada para tratar la diabetes de tipo 1; desde entonces se han desarrollado otros medicamentos para ayudar a controlar los niveles de glucosa en sangre. En la actualidad, los pacientes diabéticos pueden medir sus niveles de azúcar en sangre en casa y utilizar cambios en la dieta, ejercicio regular, insulina y otros medicamentos para controlar con precisión sus niveles de glucosa en sangre, reduciendo así el riesgo de complicaciones de salud.