Henry Hoffman
Sábado 9 de junio, 2018
ContraccionesTratamiento basado en la evidenciaTratamiento Basado en la EvidenciaHombro CongeladoMano y BrazoPiernas y MovilidadNeuroplasticidadInformación del Terapeuta OcupacionalInformación del Terapeuta FísicoEnfermería de RehabilitaciónEspasticidadFortalecimientoEstadísticas del IctusConsejos del TerapeutaDebilidad
La vida después de un ictus puede ser un reto. Muchos pacientes se preguntan si alguna vez recuperarán completamente su coordinación muscular, o cuán largo o difícil puede ser el proceso de recuperación. Afortunadamente, el campo de la terapia ocupacional y física ha recorrido un largo camino en el desarrollo de enfoques que ayudan a los pacientes a recuperar los movimientos musculares controlados después de un accidente cerebrovascular.
Hay siete etapas reconocidas de recuperación del accidente cerebrovascular a través de las cuales la mayoría de los pacientes progresan. También conocido como el Enfoque Brunnstrom, el marco de las siete etapas considera el movimiento muscular espástico e involuntario como parte del proceso y lo utiliza para ayudar en la rehabilitación.
El Enfoque Brunnstrom fue desarrollado en la década de 1960 por Signe Brunnstrom, una terapeuta ocupacional y física de Suecia. Con siete etapas, el Enfoque Brunnstrom desglosa cómo se puede restaurar el control motor en todo el cuerpo después de sufrir un accidente cerebrovascular.
Normalmente, los movimientos musculares son el resultado del trabajo conjunto de diferentes grupos musculares. Los investigadores han denominado a esta colaboración entre músculos como «sinergias». El cerebro tiene la delicada tarea de coordinar estos movimientos, muchos de los cuales se ven gravemente afectados tras un ictus.
Tras el ictus, los músculos se debilitan debido a la falta de coordinación entre el cerebro y el cuerpo. Esto hace que las sinergias musculares se muevan en patrones anormales. La mayoría de los tratamientos que se ofrecen a los pacientes con ictus se centran en intentar inhibir las sinergias y los movimientos musculares atípicos. El enfoque Brunnstrom, en cambio, enseña a los pacientes a utilizar los patrones de sinergia anormales en su beneficio.
Este enfoque se ha convertido en una opción popular entre los terapeutas ocupacionales y físicos, así como entre los pacientes, desde su creación. Puede ser eficaz en el ámbito clínico y puede mejorar drásticamente los movimientos musculares voluntarios después de sufrir un ictus.
Fase 1: Flaccidez
La primera etapa en el Enfoque de Brunnstrom es el período inicial de shock inmediatamente después del accidente cerebrovascular donde se establece la parálisis flácida. La parálisis flácida (flaccidez) es el término médico para una completa falta de movimiento voluntario. Esta parálisis está causada por un daño nervioso que impide que los músculos reciban las señales adecuadas del cerebro, independientemente de que el cerebro siga siendo capaz de mover esos músculos.
En el estado inicial de la parálisis flácida, el superviviente del ictus no puede iniciar ningún movimiento muscular en el lado afectado de su cuerpo. Si esto continúa durante mucho tiempo sin intervención o fisioterapia, los músculos no utilizados se debilitan mucho y comienzan a atrofiarse. En pocas palabras, los músculos necesitan ser utilizados para mantener su tono y definición, y la parálisis flácida impide que los músculos realicen este importante trabajo.
El término médico para esta pérdida de tono muscular es hiptonía. La hiptonía causa debilidad y a veces entumecimiento que interfiere seriamente en la calidad de vida del paciente. Además de los ejercicios terapéuticos y los tratamientos que reducen la gravedad de la hipotonía, esta afección en fase 1 también requiere modificaciones en el estilo de vida para proteger las extremidades afectadas de las lesiones.
Etapa 2: Cómo afrontar la aparición de la espasticidad
La segunda etapa en la recuperación del ictus marca el redesarrollo de algunas sinergias básicas de las extremidades a medida que ciertos músculos son estimulados o activados y otros músculos del mismo sistema empiezan a responder. Los músculos comienzan a realizar movimientos pequeños, espásticos y anormales durante esta etapa. Aunque estos movimientos son en su mayoría involuntarios, pueden ser una señal prometedora durante su recuperación. Los movimientos voluntarios mínimos pueden o no estar presentes en la segunda etapa.
Las sinergias musculares son el resultado de la coordinación de movimientos de los músculos para realizar diferentes tareas. Estas sinergias permiten patrones comunes de movimiento que implican la activación cooperativa o recíproca de los músculos. Como los músculos están vinculados, un músculo activado puede provocar respuestas parciales o completas en otros músculos. Estas sinergias pueden limitar los músculos del paciente a ciertos movimientos, impidiéndoles completar los movimientos voluntarios que desean realizar. Sin embargo, a medida que se produce el desarrollo neurológico y el recrecimiento celular tras un ictus, pueden formarse algunas conexiones nuevas con el tejido muscular deteriorado.
Dos sinergias de las extremidades determinan las reacciones de un paciente al recrecimiento celular durante la fase 2 de la recuperación. La primera, la sinergia flexora, incluye la rotación externa del hombro, la flexión del codo y la supinación del antebrazo. La segunda, la sinergia extensora, incluye la rotación interna del hombro con la extensión del codo y la pronación del antebrazo. Estas sinergias pueden producir una o ambas de las siguientes posturas, que indican niveles variables de traumatismo cerebral tras el ictus.
Junto con la presencia de sinergias musculares, entre el 30 y el 40 por ciento de los supervivientes de ictus también experimentan espasticidad. Se trata de un aumento dependiente de la velocidad de sus reflejos normales de estiramiento, y durante la etapa 2, se presenta como una resistencia al movimiento pasivo. La espasticidad del estadio 2 contribuye a los movimientos espasmódicos de la parte superior del cuerpo característicos de las sinergias flexoras y extensoras.
Las extremidades no utilizadas siguen necesitando estimulación para mantener o formar conexiones con las neuronas. Aunque los nervios y las conexiones que originalmente controlaban sus extremidades afectadas pueden estar demasiado dañados para crear movimientos voluntarios, todavía podría ser posible recuperar el movimiento en etapas posteriores de la recuperación. Para dejar abierta esta posibilidad y evitar la tendencia del cuerpo a la no utilización aprendida, es importante seguir utilizando y moviendo sus extremidades y músculos afectados tanto como sea posible.
Etapa 3: Aumento de la espasticidad
La espasticidad en los músculos aumenta durante la tercera etapa de la recuperación del ictus, alcanzando su punto máximo. La espasticidad es una sensación de rigidez, tensión o tirón inusual en los músculos. Está causada por el daño producido por un ictus en las vías nerviosas del cerebro o la médula espinal que controlan el movimiento muscular. La falta de capacidad para restringir las neuronas motoras del cerebro hace que los músculos se contraigan con demasiada frecuencia. La espasticidad provoca un aumento anormal de la rigidez y el tono muscular que puede interferir con el movimiento, el habla o causar molestias y dolor.
Durante la etapa 3, también comienzan a surgir patrones de sinergia y deben esperarse movimientos voluntarios mínimos. El aumento de los movimientos involuntarios se debe a que se puede iniciar el movimiento en el músculo, pero no controlarlo (todavía). La aparición de patrones de sinergia y la coordinación entre los músculos facilitan los movimientos voluntarios que se hacen más fuertes con la terapia ocupacional y física.
Los músculos con espasticidad severa, como los que se encuentran en la etapa 3 de la recuperación del ictus, es probable que estén más limitados en su capacidad de ejercicio y pueden requerir ayuda para ello. Hay que educar a los pacientes y a sus familiares/cuidadores sobre la importancia de mantener la amplitud de movimiento y hacer ejercicios diarios. Es importante minimizar las actividades altamente estresantes en esta fase inicial del entrenamiento.
Los ejercicios pasivos, también conocidos como ejercicios de amplitud de movimiento pasivo (PROM), deben continuar durante esta etapa para mejorar su amplitud de movimiento. El tratamiento incluye hasta dónde puede mover el terapeuta sus articulaciones en diferentes direcciones, como levantar la mano por encima de la cabeza o doblar la rodilla hacia el pecho.
Etapa 4: Disminución de la espasticidad
Durante la etapa cuatro de la recuperación del ictus, el movimiento muscular espástico comienza a disminuir. Los pacientes recuperarán el control sobre todo en las extremidades, y tendrán una capacidad limitada para moverse normalmente. Los movimientos pueden seguir estando desincronizados con las sinergias musculares, pero esto mejorará rápidamente a lo largo de esta etapa.
El enfoque durante esta etapa es fortalecer y mejorar el control muscular. Ahora que está recuperando el control motor y puede empezar a realizar movimientos normales y controlados de forma limitada, puede empezar a recuperar la fuerza en sus extremidades y continuar trabajando en su rango de movimiento. Seguir estirando los músculos sigue siendo importante en esta etapa.
Los terapeutas utilizan el rango de movimiento activo-rango de movimiento asistido activamente (AAROM) cuando un paciente con ictus tiene cierta capacidad de movimiento pero todavía necesita ayuda para practicar los ejercicios o completar el movimiento. Un terapeuta puede ayudar a guiar el movimiento con su propio cuerpo (sujetar la extremidad, por ejemplo) o utilizar bandas y otros equipos de ejercicio para apoyar al paciente. Los dispositivos asistidos por gravedad, como el SaeboMAS, son beneficiosos para ayudar al paciente a realizar los movimientos.
Por supuesto, cuando se trata de construir un programa de ejercicios de recuperación de la etapa 4 del accidente cerebrovascular, siempre debe consultar con un fisioterapeuta o terapeuta ocupacional profesional. Ellos pueden ayudarle con los detalles de los ejercicios, a encontrar las herramientas y el equipo adecuados y, por supuesto, a proporcionar asistencia, especialmente al principio.
Etapa 5: Combinaciones de movimientos complejos
En la etapa 5, la espasticidad sigue disminuyendo y los patrones de sinergia dentro de los músculos también se vuelven más coordinados, permitiendo que los movimientos voluntarios se vuelvan más complejos. Los movimientos anormales también empiezan a disminuir drásticamente durante la etapa 5, pero algunos pueden seguir estando presentes.
El paciente será capaz de realizar movimientos más controlados y deliberados en las extremidades que han sido afectadas por el ictus. También podrían ser posibles los movimientos articulares aislados.
Todos los movimientos voluntarios implican al cerebro, que envía los impulsos motores que controlan el movimiento. Estas señales motoras son iniciadas por el pensamiento y también deben implicar una respuesta a los estímulos sensoriales. Los estímulos sensoriales que desencadenan las respuestas voluntarias se tratan en muchas partes del cerebro.
Los movimientos voluntarios tienen un propósito y están dirigidos a un objetivo. Son movimientos aprendidos que mejoran con la repetición o la práctica y requieren menos atención. Algunos ejemplos incluyen peinarse, balancear un bate, conducir un coche, nadar y usar utensilios para comer.
Etapa 6: La espasticidad desaparece
En la etapa seis, la espasticidad en el movimiento muscular desaparece por completo. Eres capaz de mover articulaciones individuales, y los patrones de sinergia se vuelven mucho más coordinados. El control motor se restablece casi por completo y puede coordinar movimientos complejos de alcance en las extremidades afectadas. Los movimientos anormales o espásticos han cesado, y una recuperación completa puede estar en el horizonte.
Etapa 7: Se recupera la función normal
La última etapa en el enfoque de Brunnstrom es cuando se recupera la función completa en las áreas afectadas por el accidente cerebrovascular. Ahora es capaz de mover los brazos, las piernas, las manos y los pies de forma controlada y voluntaria.
Dado que tiene un control total sobre sus movimientos musculares, los patrones de sinergia también han vuelto a la normalidad. Llegar a la séptima etapa es el objetivo final tanto para los terapeutas como para los pacientes.
La recuperación del ictus en 7 etapas: La espasticidad como proceso
Con las siete etapas de recuperación, Brunnstrom cambió efectivamente la forma en que los terapeutas ocupacionales y físicos abordan la recuperación del ictus. Ella teorizó que los movimientos musculares espásticos y primitivos eran una parte natural del proceso de recuperación después de un accidente cerebrovascular. Además, desarrolló un enfoque que permite a los pacientes utilizar estos movimientos involuntarios en su beneficio en lugar de intentar inhibirlos.
Durante cada fase, hay una cantidad creciente de sinergias disponibles para utilizar. Utilizando el Enfoque Brunnstrom, los terapeutas ocupacionales y fisioterapeutas le enseñarán a utilizar las sinergias de las que dispone actualmente. Estas técnicas se utilizan para mejorar el movimiento y recuperar el control motor.
No existe un único enfoque para la recuperación del ictus, y las etapas expuestas en estas guías pueden no aplicarse a todo el mundo. Sin embargo, dado que el Enfoque Brunnstrom puede ser eficaz, los terapeutas siguen utilizando este método para ayudar a los pacientes a recuperarse tras sufrir un ictus. Gracias a la nueva tecnología médica, los terapeutas pueden utilizar el Método Brunnstrom junto con herramientas como el SaeboGlove, el SaeboReach y el SaeboMAS para ayudar a los pacientes a alcanzar nuevos niveles de independencia.
¿Qué producto es el adecuado para mí?
Nota de los editores:
Este post fue publicado originalmente el 9 de septiembre de 2015 y este post fue actualizado el 2 de febrero de 2017.
Todo el contenido proporcionado en este blog es sólo para fines informativos y no pretende ser un sustituto del consejo médico profesional, diagnóstico o tratamiento. Siempre busque el consejo de su médico u otro proveedor de salud calificado con cualquier pregunta que pueda tener con respecto a una condición médica. Si cree que puede tener una emergencia médica, llame a su médico o al 911 inmediatamente. La confianza en cualquier información proporcionada por el sitio web de Saebo es únicamente bajo su propio riesgo.