Si conoces la Isla de Pascua, sin duda habrás oído hablar de las famosas cabezas de la Isla de Pascua. Aunque estos enormes monolitos se encuentran entre las esculturas más famosas del mundo, su nombre familiar es en realidad un nombre equivocado, ya que cada figura, o moai, también tiene un cuerpo oculto.
Rapa Nui, o Isla de Pascua, es una remota isla volcánica situada en el Triángulo Polinesio de Oceanía. La isla es especialmente famosa por su colección de casi 1.000 estatuas de piedra. Realizadas por el pueblo rapanui entre 1250 y 1500, estas esculturas monumentales han estado rodeadas de misterio durante siglos. Sin embargo, recientemente, los investigadores han revelado nueva información sobre las icónicas cabezas de la Isla de Pascua, incluyendo el sorprendente hecho de que en realidad son figuras de cuerpo entero.
¿Por qué entonces estas esculturas han llegado a ser conocidas como «cabezas de la Isla de Pascua»? Entre las estatuas que se encuentran en la remota isla, unas 150 han quedado enterradas por el desplazamiento de la tierra y los sedimentos, creando la ilusión de que cada escultura se detiene en el cuello. Encaramadas en la ladera de un pintoresco volcán, estas estatuas son las más fotografiadas -y, en consecuencia, las más famosas- de la isla, lo que lleva a mucha gente a creer que todos los moáis son simples cabezas.
Sin embargo, según ha descubierto un equipo de arqueólogos de la UCLA, estas esculturas son mucho más que bustos. Como parte del Proyecto de Estatuas de la Isla de Pascua, el equipo excavó dos moáis y descubrió que cada uno de ellos tenía un cuerpo, lo que demuestra, como el equipo explicó con entusiasmo en una carta, «que las ‘cabezas’ de la ladera aquí son, de hecho, estatuas completas pero incompletas».»
¿Sabías que las cabezas de la Isla de Pascua tienen cuerpo?
Debido a los cambios de suelo, los cuerpos de muchas de las esculturas han quedado enterrados bajo tierra, dando la ilusión de que son sólo cabezas.
Fotos de archivo de Keith Michael Taylor/
Fotos de archivo de Bryan Busovicki/
8 de las ruinas antiguas más asombrosas del mundo
Científicos analizan el ADN antiguo para resolver el misterio de quién construyó Stonehenge
Cómo una erupción volcánica conservó la antigua ciudad romana de Pompeya