La función de las pestañas
Los finos pelos que crecen en el párpado cumplen varias funciones. Aunque a menudo se consideran como un énfasis de belleza, su función principal es proteger los ojos de pequeñas partículas como el polvo, la arena o los residuos para que no entren y dañen el ojo.
Su función secundaria es proporcionar una advertencia de peligro. Altamente sensibles al tacto, avisan de que un objeto puede estar demasiado cerca del ojo. En este sentido, cumplen una función similar a la de los bigotes de muchos animales, incluidos los perros y los gatos. Así que se puede pensar en las pestañas como el «guardián» protector del ojo.
¿Cómo crecen las pestañas?
Las pestañas del embrión se desarrollan entre la semana 22 y 26 de embarazo. Más adelante, pueden tardar unas 7 u 8 semanas en volver a crecer si se arrancan.
Salud de las pestañas
Aunque las pestañas pueden parecer menos complejas que el propio ojo, hay una serie de problemas de salud asociados a las pestañas.
- Blefaritis (Blephars es pestaña en griego): una irritación de la zona del párpado, donde las pestañas se unen al párpado. Cuando los párpados están rojos, pican y la piel se vuelve escamosa, las pestañas pueden caerse.
- Madarosis: la pérdida de pestañas.
- Trichiasis: pestañas encarnadas.
- Distiquiasis: crecimiento anormal de las pestañas en una zona específica del párpado.
- Parásitos: las pestañas pueden infectarse con un piojo parásito del cangrejo.
- Orzuelo (u hordeolum externo): una inflamación purulenta de los folículos infectados de las pestañas, que rodean las glándulas sebáceas del margen del párpado.
- Demodex (o Demodioc Folliculorum): se trata de un pequeño ácaro que vive inofensivamente en las pestañas y otros folículos pilosos. Sorprendentemente, se estima que el 98% de las personas tienen estos ácaros, aunque no serían conscientes de su presencia.
- Tricotilomanía: un trastorno que insta al paciente a arrancarse las pestañas, el pelo del cuero cabelludo u otros pelos del cuerpo.
Conclusión
Puede que demos por hecho que las pestañas son importantes para el buen funcionamiento del ojo. Así que, la próxima vez que te pongas rímel o te mires al espejo, piensa en estas pequeñas maravillas que revolotean.