Transcripción
NARRADOR:
Hay otro mundo bajo la superficie del océano. Acompáñanos, mientras exploramos Las profundidades de abajo.
Sabemos que la Tierra no es plana – en ningún sentido de la palabra. Vemos montañas, valles, colinas y agujeros. Y el fondo marino es un paisaje igual de diverso. Pero ¿sabías que en ciertos lugares del fondo marino, como en el Golfo de México, hay incluso lagos y ríos submarinos?
¿Cómo es posible? Pues bien, estos lagos y ríos se forman cuando el agua del mar se filtra a través de gruesas capas de sal, presentes bajo el fondo marino. A medida que el agua se filtra, disuelve la capa de sal, haciendo que se colapse y forme depresiones. La sal disuelta hace que el agua sea más densa y, como es más densa que el agua que la rodea, se depositará en las depresiones, formando un río o un lago.
Estos lagos y ríos submarinos pueden ser tan pequeños como unos pocos metros de ancho o tan grandes como unos pocos kilómetros de largo. Incluso son muy parecidos a los lagos y ríos terrestres, con orillas, superficies, ¡incluso olas!
Y hay incluso algunas criaturas que disfrutan pasando el rato junto a estos lagos, como los vagabundos de la playa submarina. A lo largo de los bordes de algunos de estos lagos crecen enormes campos de mejillones, pero no están precisamente tomando el sol. A estas alturas de la superficie del océano, la luz solar es extremadamente difícil de conseguir.
Como sabemos, la luz solar juega un papel muy importante en la cadena alimentaria aquí en la tierra. Pero a esta profundidad, organismos como estos mejillones tienen adaptaciones que les permiten obtener sus nutrientes de las bacterias que pueden convertir el metano y otras sustancias químicas del agua salada en energía.
Aunque hemos avanzado mucho en nuestro conocimiento del océano, la mayoría de los lugares aún están sin explorar y muchas preguntas no tienen respuesta.
Así que acompáñenos a explorar Las profundidades de abajo.