El Solitario Jorge vivió en las Galápagos, una cadena de islas volcánicas frente a la costa de Ecuador, en Sudamérica, islas que cambiaron para siempre nuestra comprensión del mundo natural. Mientras visitaba las Galápagos en 1835, el naturalista británico Charles Darwin observó las plantas y los animales locales. Quedó fascinado por las especies que parecían estar relacionadas con las que se encontraban en el continente, pero que también presentaban muchas variaciones físicas únicas en las distintas islas.
Con el tiempo, Darwin empezó a preguntarse si las especies de Sudamérica habían llegado a las Galápagos y luego habían cambiado al adaptarse a los nuevos entornos. Esta idea -que las especies podían cambiar con el tiempo- acabó conduciendo a la teoría de la evolución por selección natural de Darwin.
NASA
Evolución de las formas de las tortugas
Las tortugas de las Galápagos tienen dos formas muy diferentes, cada una adaptada a los diferentes hábitos de alimentación necesarios en las islas bajas y áridas frente a las islas altas y más frondosas.
Tortugas de espalda de silla de montar
Algunas tortugas, incluyendo al Solitario Jorge, tienen caparazones que se elevan por delante, como una silla de montar. Esta adaptación les facilita levantar la cabeza para comer cactus arbóreos y resolver disputas por recursos alimenticios limitados, lo que hacen levantando la cabeza lo más alto posible durante las interacciones sociales.
Tortugas con forma de cúpula
Las tortugas con caparazón en forma de cúpula viven en islas donde abunda la vegetación cercana al suelo, lo que hace menos necesario que los animales levanten la cabeza para alimentarse.