Los rayos de bola son tan extraños que podrían venir de otra dimensión

Por Eric Canan

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Patrick Leger

EN UN DÍA DE VERANO de principios de la década de 1980, un adolescente estaba sentado en su habitación viendo cómo una tormenta eléctrica caía sobre el paisaje costero cerca de Roma. Sin previo aviso, una esfera brillante del tamaño de un balón de fútbol apareció de repente en la esquina de la habitación. No emitía calor ni olor, y flotaba a un metro delante de él y ligeramente por encima de su cabeza. El chico se quedó boquiabierto. La pelota era de color amarillo oscuro, completamente opaca, con una superficie difusa formada por capas de luz que ondulaban lentamente. Flotó durante unos diez segundos antes de desaparecer tan silenciosamente como había llegado. Ni siquiera tuvo tiempo de asustarse.

Andrea Aiello sigue fascinado por lo que vio de niño – y ahora, como físico teórico en el Instituto Max Planck para la Ciencia de la Luz en Alemania, está desarrollando sus propias ideas al respecto. La explicación más probable es que fue testigo de un relámpago de bola, una rara forma de electricidad atmosférica que puede flotar suavemente sobre el suelo dentro o fuera de los edificios e incluso atravesar ventanas cerradas. Los científicos de todo el mundo se toman en serio el fenómeno, aunque siguen siendo incapaces de explicarlo, reproducirlo o documentarlo con autoridad.

Hay muchas hipótesis, pero poca certeza. Algunos creen que el origen del fenómeno está en el juego de la energía eléctrica de las grandes tormentas eléctricas. Otros piensan que podría ser causado por los propios rayos. Unos pocos creen que se trata de una maraña de líneas de campo electromagnético que vagan por la Tierra. Hasta ahora, al menos, ninguna de estas ideas puede explicar todo lo que parecen hacer los rayos de bola. ¿Es hora de considerar algunas alternativas más exóticas? …

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