La mística y el encanto del legado parcialmente mítico de Madame de Pompadour han atraído la atención de generaciones de historiadores y del público. Pero su legado completo incluye algo más que ser la bella y adorada amante del rey Luis XV. He aquí tres aspectos importantes de la Francia de la Ilustración que Pompadour ayudó a configurar.
Política
Jeanne Antoinette Poisson es más recordada como Madame de Pompadour, la principal amante oficial de Luis XV. Su posición era altamente política, así como sexual, una dualidad que muchas mujeres en el poder han navegado a lo largo de los años, pero no siempre se recuerda como tal.
La corte de Luis XV estaba a una generación de distancia de la Revolución Francesa, y el reinado de Luis XV puede ser recordado como «desastroso» para Francia, poniendo muchas de las semillas de esa revolución, escribe la historiadora Tess Lewis. En este tenso clima político, la amante predilecta del rey atrajo muchas críticas adicionales.
Ella «cargó con gran parte de la culpa» por el fracaso de Francia en la Guerra de los Siete Años y por las continuas deudas de la corte, escribe Lewis, ya que comenzó a funcionar como «primera ministra de facto». Como confidente y asesora más cercana del rey, a menudo controlaba quién tenía acceso a las audiencias con Luis XV y a veces incluso hacía declaraciones públicas en su nombre.
Pompadour ha sido retratada como una astuta intrigante que utilizaba el sexo para ganar una influencia inapropiada sobre el rey y hacerse con el poder, escribe Lewis, pero en la medida en que esto es cierto, no era la única. En la enclaustrada corte de Versalles, todo el mundo competía, directa o indirectamente, por el poder y la influencia sobre una figura central: el rey.
«La marquesa, ciertamente, tenía sus defectos, pero estos defectos simplemente no eran lo suficientemente grandes como para justificar la implacable difamación de su reputación en vida y después de su muerte», escribe Lewis.
Arte
Gracias a los estudios históricos de la década de 2000, Pompadour ha comenzado a ser recordada por sus contribuciones artísticas tanto como mecenas como creadora. «Pompadour no sólo fue una conocida mecenas de las artes, sino también la dueña de una mente creativa», escribe Marissa Fessenden para Smithsonian.com. Realizaba grabados, tallaba gemas, tocaba música, escenificaba las diversiones de la corte y comisariaba y encargaba a artistas obras que se exponían en su colección privada y en la corte.
Su interés por el arte se extendió a la producción: también se la recuerda por apoyar una fábrica de porcelana real que fabricaba hermosos platos y otros objetos en Sèvres, cerca de Versalles, y por apoyar la industria de los tapices.
Conocimiento
Las mujeres que podían interpretar y comisariar la innovación artística y científica desempeñaron un papel importante en la Ilustración francesa. Eso es cierto en el caso de Pompadour: conocía y patrocinaba a figuras de la Ilustración como Voltaire. Como escribe Nancy Mitford para la Enciclopedia Británica, fue «protectora de la mayoría de los autores y editora de la Encyclopedie»
Este texto, la primera enciclopedia francesa, «fue un escaparate para los representantes de las nuevas escuelas de pensamiento en todas las ramas de la actividad intelectual», escribe la Enciclopedia Británica en otra entrada. «En su escepticismo, su énfasis en el determinismo científico y su crítica a los abusos perpetrados por las instituciones legales, judiciales y clericales contemporáneas, la Encyclopédie tuvo una amplia influencia como expresión del pensamiento progresista y sirvió en efecto como prólogo intelectual a la Revolución Francesa».