A continuación, analizamos los ejercicios de respiración y los cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a eliminar el exceso de mucosidad de los pulmones y mejorar la respiración.
Terapia de vapor
La terapia de vapor, o inhalación de vapor, consiste en inhalar vapor de agua para abrir las vías respiratorias y ayudar a los pulmones a drenar la mucosidad.
Las personas con afecciones pulmonares pueden notar que sus síntomas empeoran en el aire frío o seco. Este clima puede resecar las membranas mucosas de las vías respiratorias y restringir el flujo sanguíneo.
Por el contrario, el vapor añade calor y humedad al aire, lo que puede mejorar la respiración y ayudar a aflojar la mucosidad dentro de las vías respiratorias y los pulmones. La inhalación de vapor de agua puede proporcionar un alivio inmediato y ayudar a las personas a respirar con más facilidad.
Un pequeño estudio en el que participaron 16 varones con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), una afección pulmonar que dificulta la respiración, descubrió que la terapia con mascarilla de vapor conducía a frecuencias cardíacas y respiratorias significativamente más bajas que la terapia con mascarilla sin vapor.
Sin embargo, los participantes no informaron de mejoras duraderas en su función respiratoria.
Esta terapia puede ser una solución temporal eficaz, pero los investigadores necesitan realizar más investigaciones antes de comprender plenamente los beneficios de la terapia de vapor en la salud pulmonar.
Tos controlada
La tos es la forma que tiene el cuerpo de expulsar de forma natural las toxinas que ha atrapado en la mucosidad. La tos controlada afloja el exceso de mucosidad en los pulmones, enviándola hacia arriba a través de las vías respiratorias.
Los médicos recomiendan que las personas con EPOC realicen este ejercicio para ayudar a limpiar sus pulmones.
Las personas pueden seguir los siguientes pasos para limpiar sus pulmones del exceso de mucosidad:
- Sentarse en una silla con los hombros relajados, manteniendo ambos pies apoyados en el suelo
- Doblar los brazos sobre el estómago
- Inhalar lentamente por la nariz
- Exhalar lentamente mientras se inclina hacia delante, empujando los brazos contra el estómago
- Tosar 2 o 3 veces mientras se exhala, manteniendo la boca ligeramente abierta
- inhalar lentamente por la nariz
- descansar y repetir según sea necesario
- Túmbese en el suelo o en una cama.
- Coloque almohadas bajo las caderas para asegurarse de que el pecho está más bajo que las caderas.
- Inhale lentamente por la nariz y exhale por la boca. Cada exhalación debe durar el doble que la inhalación, lo que se denomina respiración 1:2.
- Continúe durante unos minutos.
- Túmbese de lado, apoyando la cabeza en un brazo o almohada.
- Coloque almohadas bajo las caderas.
- Practique el patrón de respiración 1:2.
- Continúe durante unos minutos.
- Repita en el otro lado.
- Coloque una pila de almohadas en el suelo.
- Tiéndase con el estómago sobre las almohadas. Recuerda mantener las caderas por encima del pecho.
- Dobla los brazos bajo la cabeza para apoyarte.
- Practica el patrón de respiración 1:2.
- Continúa durante unos minutos.
- la cúrcuma
- las verduras de hoja verde
- las cerezas
- los arándanos
- las aceitunas
- las nueces
- las judías
- las lentejas
Drenar la mucosidad de los pulmones
El drenaje postural consiste en tumbarse en diferentes posiciones para utilizar la gravedad para eliminar la mucosidad de los pulmones. Esta práctica puede mejorar la respiración y ayudar a tratar o prevenir las infecciones pulmonares.
Las técnicas de drenaje postural difieren según la posición:
1. De espaldas
2. De lado
3. Boca abajo
Ejercicio
El ejercicio regular puede mejorar la salud física y mental de las personas, y disminuye el riesgo de padecer muchas afecciones de salud, como los accidentes cerebrovasculares y las enfermedades cardíacas.
El ejercicio obliga a los músculos a trabajar más duro, lo que aumenta la frecuencia respiratoria del cuerpo, dando lugar a un mayor suministro de oxígeno a los músculos. También mejora la circulación, haciendo que el cuerpo sea más eficiente a la hora de eliminar el exceso de dióxido de carbono que el cuerpo produce al hacer ejercicio.
El cuerpo comenzará a adaptarse para satisfacer las demandas del ejercicio regular. Los músculos aprenderán a utilizar el oxígeno de forma más eficiente y a producir menos dióxido de carbono.
Aunque el ejercicio puede ser más difícil para las personas con enfermedades pulmonares crónicas, estos individuos también pueden beneficiarse del ejercicio regular. Las personas que tienen EPOC, fibrosis quística o asma deben consultar a un profesional de la salud antes de comenzar un nuevo régimen de ejercicio.
Té verde
El té verde contiene muchos antioxidantes que pueden ayudar a reducir la inflamación en los pulmones. Estos compuestos pueden incluso proteger el tejido pulmonar de los efectos nocivos de la inhalación de humo.
Un estudio reciente en el que participaron más de 1.000 adultos en Corea informó de que las personas que bebían al menos 2 tazas de té verde al día tenían una mejor función pulmonar que las que no bebían nada.
El té verde se puede comprar por Internet.
Alimentos antiinflamatorios
La inflamación de las vías respiratorias puede dificultar la respiración y hacer que el pecho se sienta pesado y congestionado. Comer alimentos antiinflamatorios puede reducir la inflamación para aliviar estos síntomas.
Los alimentos que ayudan a combatir la inflamación incluyen:
Aprende más sobre dietas antiinflamatorias aquí.
Percusión torácica
La percusión es otra forma eficaz de eliminar el exceso de mucosidad de los pulmones. Un profesional sanitario o un terapeuta respiratorio utilizará una mano ahuecada para golpear rítmicamente la pared torácica para desalojar la mucosidad atrapada en los pulmones.
Combinar la percusión torácica y el drenaje postural puede ayudar a despejar las vías respiratorias del exceso de mucosidad.