Las evaluaciones orales periódicas y exhaustivas en su consultorio dental con frecuencia emplean el uso de radiografías (rayos X) para ayudar a visualizar sus dientes y huesos de maneras que no son posibles a simple vista. Descubiertos accidentalmente el 8 de noviembre de 1895 por el profesor de física alemán Wilhelm Röntgen, los rayos X han sido un elemento básico de la medicina moderna desde entonces.
Desde entonces, se han introducido muchas mejoras en la administración de la radiación de rayos X y, en la actualidad, la exposición se ha minimizado drásticamente. De hecho, las radiografías digitales, que emiten incluso menos radiación que las radiografías tradicionales con película, se han convertido rápidamente en algo habitual en las consultas dentales de todo el mundo.
Cabe destacar que en este código de procedimiento dental, la palabra película se utiliza indistintamente para representar tanto las radiografías digitales como las tradicionales con película, ya que el código de servicio no discrimina entre ninguno de los dos procesos.
Este código de procedimiento dental, se refiere a un tipo de radiografía conocida como periapical. Este término se utiliza porque estas radiografías capturan todo el diente hasta los tejidos en la punta de la raíz del diente – un área conocida como el área periapical. Durante un examen bucal completo, es probable que le hagan 16 radiografías de este tipo, junto con cuatro radiografías de ala de mordida.
Desde el punto de vista del procedimiento, la principal diferencia entre la radiografía periapical y la de ala de mordida radica en la imagen que se toma (el diente entero), y en el hecho de que cuando se toma la imagen, el haz de rayos X se dirige en un ángulo hacia abajo para capturar todo el diente, en lugar de hacerlo horizontalmente como en el caso de la radiografía de ala de mordida.
Aparte de un examen exhaustivo, las imágenes periapicales se utilizan si se sufre un dolor agudo que aún no se ha diagnosticado, o en casos en los que es necesario volver a evaluar el éxito o el fracaso de una cirugía previa u otro trabajo dental. Otra opción de rayos X es la radiografía panorámica, que capta una vista de 360° de todo el cráneo.
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