Niño con fiebre, tos y sarpullido

El PF sospechó que este paciente tenía sarampión, pero como tiene una baja prevalencia en los Estados Unidos, confirmó el diagnóstico con una prueba específica de anticuerpos de inmunoglobulina M en suero. El sarampión es una enfermedad vírica aguda altamente contagiosa que sigue siendo una de las enfermedades infecciosas más graves de la historia de la humanidad. Hasta la introducción de la vacuna contra el sarampión-paperas-rubéola, era responsable de millones de muertes anuales en todo el mundo. La erradicación del sarampión es posible, pero la facilidad de transmisión y el bajo porcentaje de población no inmunizada que se requiere para la supervivencia de la enfermedad han hecho que la erradicación sea extremadamente difícil.

La erupción clásica del sarampión es maculopapular y palidece a la presión. La erupción comienza en la cara y se extiende centrífugamente para involucrar el cuello, el tronco y, finalmente, las extremidades. Esta progresión de la erupción de cráneo a caudal es característica del sarampión. La tos puede persistir hasta 2 semanas. La fiebre que persiste más allá del tercer día de erupción sugiere una complicación asociada al sarampión.

También puede producirse una encefalomielitis postinfecciosa. La encefalomielitis postinfecciosa es una enfermedad desmielinizante que se presenta durante la fase de recuperación, y se cree que está causada por una respuesta autoinmune postinfecciosa.

El tratamiento del sarampión es principalmente de apoyo y los pacientes deberán mantenerse alejados de otras personas -en particular de niños y adultos no inmunizados, mujeres embarazadas y personas inmunodeprimidas- hasta al menos 4 días después de la aparición de la erupción. Los casos sospechosos de sarampión deben notificarse inmediatamente al departamento de salud local o estatal.

En este caso, el niño no mostraba indicios de neumonía, síntomas neurológicos o deshidratación, por lo que no fue necesaria la hospitalización. Afortunadamente, la madre y el padre habían sido vacunados de niños y éste era su único hijo. Se recomendaron antipiréticos y líquidos. Se dijo a los padres que evitaran dar al niño aspirina para prevenir el síndrome de Reye.

El PF mantuvo el contacto con la familia por teléfono y los síntomas empezaron a resolverse en pocos días. El PF también informó del caso al departamento de salud local.

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