¿No puedes superar a tu ex? Esta es la razón

Por: E.B. Johnson

Nuestras relaciones forman una pieza crítica de lo que somos, y cuando las perdemos puede hacernos tambalear y luchar en varios planos diferentes. Cuando perdemos una pareja de larga duración o profundamente importante, puede hacer que perdamos un sentido imperativo de quiénes somos y -sin eso- podemos perdernos y quedar atrapados en una serie de patrones negativos que nos mantienen atascados, asustados e infelices.

Si estás saliendo de una ruptura devastadora, y estás atascado en un ex que simplemente no puedes sacar de tu cabeza, tienes que recuperar tu sentido de sí mismo y hacerlo con la misma compasión, comprensión y amor que extenderías a un amigo. Si aprendes a reescribir tu narrativa, y consigues controlar quién eres y lo que realmente quieres, podrás forjar tu camino de vuelta a la felicidad y salir del otro lado más fuerte de lo que eras antes.

Hay cientos de razones por las que podemos encontrarnos suspirando por una pareja que ya no está, pero hay algunas comunes que causan una cantidad particular de infelicidad. Desde no llorar la pérdida de nuestras relaciones, hasta idealizar demasiado y no conseguir el cierre que necesitas – superar a nuestros ex requiere admitir nuestros propios cuelgues primero.

No hacer el duelo

Una de las mayores razones por las que nos quedamos atascados en los ex que ya no nos sirven es que no nos damos tiempo para hacer el duelo adecuadamente. En lugar de lidiar con el profundo pozo de emociones pesadas que inspira una ruptura, puede que nos lancemos de inmediato a una nueva relación o a un millón de proyectos que nos impiden enfrentarnos. Si bien esto puede parecer un trabajo por un tiempo, eventualmente las cosas se ralentizan, se detienen o se detienen por completo; y cuando lo hacen, esas emociones feas y no tratadas levantan sus feas cabezas… trayendo a su ex con ellas.

Atascarse en el modo de culpa

Es fácil quedarse atascado en el modo de culpa después de una ruptura, pero en realidad no hace nada por nuestro crecimiento real y la curación. Una ruptura es poco más que una transición, y eso es una parte natural de la vida. Sin embargo, puede ser difícil de ver o aceptar desde dentro, por lo que resulta más fácil culpar a tu pareja, a ti mismo o a cualquiera que pueda ayudar a aliviar el dolor. Quedarse atascado en el modo de culpa puede servir a su ego, pero no sirve a su recuperación.

Sobre-idealización

Quizás una de las mayores razones por las que nos encontramos atascados en un ex que es tóxico o malo para nosotros es el acto de sobre-idealización. La sobreidealización se produce cuando nos negamos a ver a alguien por lo que realmente es, y lo ponemos en un pedestal imposible de grandeza que no es ni exacto ni saludable. Es ver las cosas a través de gafas de color rosa, o ver las cosas como si fueran mejores de lo que eran. Cuando idealizamos en exceso a nuestras parejas, en lugar de aceptar el papel que desempeñaron en la ruptura, puede hacernos suspirar por una persona que nunca existió en primer lugar.

No conseguir el cierre

El cierre es algo curioso, y aunque algunas relaciones terminan con él – otras no. Si no ha conseguido cerrar la relación (ya sea por parte de su pareja o por su cuenta), es posible que se encuentre pensando constantemente en «lo que podría haber sido» o añorando a una pareja que nunca llegó a cerrar la puerta. Este revestimiento, sin embargo, no es saludable y es contraproducente, ya que los ex son ex por una razón.

Signos de que no has superado del todo a tu ex pareja.

Las rupturas no son fáciles. Que te rompan el corazón puede acarrear algunas consecuencias emocionales y mentales graves que pueden convertirse en patrones negativos que minan seriamente nuestra felicidad con el tiempo. Hay una serie de señales que indican que todavía estás luchando por recuperarte de tu mala ruptura, y reconocerlas es uno de los primeros pasos para encontrar el camino de vuelta a la verdadera alegría y plenitud.

Contacto constante

Si todavía estás intentando contactar con tu ex – o estás pensando constantemente en contactar con tu ex – es una señal de que todavía tienes algo que necesita ser puesto a descansar. La necesidad de contacto indica una necesidad de conexión, y eso es algo que tiene que ser superado una vez que la relación de pareja ha llegado a su fin. Como ex, ya no tenemos el derecho (ni la necesidad) de estar siempre en contacto. Ellos no necesitan saber lo que piensas de ese nuevo restaurante mexicano, y tú no necesitas escuchar sobre su día o el nuevo «amigo» que conocieron.

Ruminación

Encontrarte constantemente pensando en tu ex, u obsesionándote con facetas de tu relación o ruptura es una señal importante de que no lo has superado del todo. Perderse en ensoñaciones o rememorar obsesivamente el tiempo que pasaron juntos demuestra que no estás preparada para pasar página y que sigues apegada a lo que hay en tu pasado. Este tipo de rumiación puede hacer que pierdas oportunidades importantes, o que te alejes de las posibilidades de un nuevo y feliz comienzo.

Ataque público

Si te encuentras atacando a tu ex en foros públicos, es una señal concreta de que no has pasado página. Cuando estamos realmente libres de las emociones negativas opresivas que crean las rupturas, no sentimos ningún tipo de apego emocional (ni positivo ni negativo) cuando pensamos en nuestro ex o en la vida que pueda estar viviendo ahora. Este estado zen no requiere que se hable de forma vaga o que se hable de la basura. Cuando realmente hayas superado a tu ex, simplemente no te importará.

Comparaciones interminables

Las comparaciones pueden ser tóxicas, especialmente cuando las utilizamos en relación con nuestros ex o nuestras relaciones pasadas. Comparar constantemente a otras personas con tu ex, o comparar nuevas situaciones con tu ex puede ser una señal de que no has superado del todo los sentimientos que aún tienes ligados a esas experiencias. Superar realmente a tu ex significa medir tu vida – y las personas en ella – por sus propios méritos, en lugar de los méritos de una persona que ya no está en tu vida.

Cyberstalking

Aunque puede que hayas dejado de lado el sh*tposting público, si todavía estás ciberacechando a tu ex – no lo has superado. Ir a la página de perfil de tu ex y buscar señales de una nueva vida muestra que todavía estás invertido más de lo que deberías. También muestra que tu ex sigue ocupando mucho espacio en tu cerebro y en tu corazón; algo que deja poco espacio para la curación, la mejora o para nuevas y mejores relaciones.

Aferrarse a los recuerdos

¿Todavía te aferras a esa caja de baratijas, regalos y recuerdos sagrados? De nuevo, esta es otra señal de que estás dejando que tu ex ocupe un espacio -sin pagar alquiler- en tu vida y en tus pensamientos. Los recuerdos ligados a las cosas pueden desempeñar un papel importante en nuestra salud mental o en nuestra curación. Una negativa a dejar ir las cosas que guardan recuerdos emocionales importantes demuestra que no estás dispuesto a dejar ir esas emociones, esos recuerdos o esa persona, de manera completa.

Fantasear con un reencuentro

Punto en blanco: si todavía piensas en volver con tu ex, no lo has superado. Ahora, no estamos hablando del pensamiento ocasional de «¿y si?». Si todavía te encuentras fantaseando con regularidad sobre cómo sería si ese teléfono sonara y corrieras hacia la puesta de sol, significa que todavía estás esperando ese futuro.

Así es como se supera a tu ex.

La buena noticia es que, aunque parezca imposible, superar a tu ex es posible. Una vez que hayas detectado las señales que te están frenando, puedes tomar las riendas de tu vida (y de tu desamor) aprendiendo a hablar de dónde te encuentras, ampliando tu concepto de ti mismo y redefiniendo las cosas que te hacen sentir verdaderamente alegre, feliz y a gusto con el mundo que te rodea.

Tómate tiempo para reflexionar

La reflexión es una de las herramientas más poderosas de nuestro arsenal curativo, pero es una que requiere un poco de conocimiento. Mirar hacia atrás en nuestras relaciones puede descubrir mucho aprendizaje, que nos capacita para tomar mejores decisiones en el futuro y crear relaciones personales que sean tanto más eficientes como más satisfactorias. Sin embargo, para ello es necesario ser sincero y comprender que mejorar siempre es un poco incómodo.

No te limites a archivar a tu ex en un rincón lejano, empeñado en volver otro día. En lugar de intentar enterrar las emociones que sientes en torno a tu ruptura, acógelas, y da la bienvenida a los pensamientos (tanto buenos como malos) que tienes sobre tu antiguo ex, cónyuge o pareja.

La investigación ha demostrado que pensar en tu ruptura -en los términos adecuados- es una gran manera de desentrañar los misterios y encontrar el lado bueno de cualquier ruptura. Cuando reflexionamos concienzudamente sobre lo que salió mal y lo que salió bien, nos facilita aceptar las cosas como son y seguir adelante de una manera más eficiente y completa. Así que, si sigues atascado con tu ex porque no puedes dejar de huir del pensamiento de ellos, frena. Necesitas enfrentarte al pasado para poder superarlo.

Abraza tus emociones

El aprendizaje de las rupturas puede alterar seriamente nuestras emociones y la forma de ver el mundo y nuestras otras relaciones. Si no tienes cuidado, el dolor de un ex no resuelto puede convertirse en un lío que altere tu vida y que socave toda la felicidad, la alegría y el éxito que tengas en tu vida. Según la doctora Carmen Harra, psicóloga clínica y experta en relaciones de pareja, el manejo de nuestras emociones es la clave para superar las penurias y dificultades de una ruptura importante.

«Para sanar de una ruptura y evitar que se repita en el futuro, tienes que mantener tus emociones bajo control. Si te obsesionas, te quedas atrapado en el pasado. Pero si puedes pensar con lógica y comprender la necesidad de avanzar, puedes dominar tus emociones.» No puedes avanzar a menos que proceses las complejas emociones provocadas por una grave ruptura de la confianza, pero eso requiere una autoaceptación radical y un valor considerable.

Tómate el tiempo necesario para trabajar el shock, la tristeza, la ira, el odio y el dolor de lo ocurrido. Deja que tus sentimientos fluyan en el momento y que te lleguen tal y como son, sin necesidad de alterarlos o rehuirlos. También en este caso, las prácticas de diario consciente son una forma estupenda de entrar en contacto con tus emociones en un espacio seguro y de aceptación. Siéntate en un espacio tranquilo y mantente arraigado en el presente mientras te acercas a las emociones que están causando más confusión en tu vida. Observa con atención y no tengas miedo de contar cómo te sientes o qué está causando que tus emociones suban y bajen.

Deja el juego de la culpa

Como humanos, el juego de la culpa es uno de nuestros mecanismos de afrontamiento favoritos, pero es uno de los hábitos más destructivos y autodestructivos que existen y que también socava nuestras relaciones. Cuando las cosas van mal, nos encanta culparnos a nosotros mismos (y a todos los demás también) como medio para distraernos de los verdaderos problemas y de los verdaderos cambios que deben producirse.

Proyectamos nuestros malos sentimientos y emociones en los demás para sentirnos mejor con nosotros mismos; e incluso interiorizamos el mal por los demás como medio de noble «autosacrificio». El juego de la culpa es uno que sabemos jugar bien, pero es un patrón tóxico en el que caer cuando estás lidiando con un desamor. A veces, no hay nadie a quien culpar y las cosas simplemente suceden. Sin embargo, tienes que aceptarlo, y también tienes que aceptar que a veces nuestros planes no salen como queremos.

Deja de culparte y date cuenta de que tú -tanto como cualquier otra persona en todo el universo- mereces amor, honestidad y compasión. La culpa no resuelta sólo provoca rabia y resentimiento, así que apodérate de tus emociones y deja de lado tu necesidad de poner el manto de la culpa completamente sobre tus hombros.

Haz un plan de recuperación

Para poder superar a tu ex, tienes que tener una idea general de hacia dónde vas y qué necesitas para volver a sentirte feliz. La mejor manera de diseñar esto es tomarse un tiempo para mirar hacia adentro y volver a estar en contacto con ese ser auténtico que alguna vez amó y confió en el mundo. Siéntate y tómate un tiempo para hacer un plan de recuperación que funcione para ti y los objetivos que tienes para tu futuro.

Recuerda: El final de una relación dice algo de los dos miembros de la pareja, no sólo de uno. Aléjate de cualquier traición y trata de no pensar en el acto en sí, sino en cómo te ha hecho sentir la acción. Céntrate en tus emociones y en lo que necesitas para afrontar la situación. Puedes perdonar y olvidar o puedes distanciarte y tomarte más tiempo para considerar lo que necesitas y hacia dónde tienes que ir.

Vagar a ciegas, aferrándonos a nuestras emociones negativas, no es saludable. Si no sabes en qué dirección tienes que moverte, acude a un amigo o familiar de confianza y comprueba su perspectiva sobre la situación. Llevar un diario consciente también puede ayudarte a identificar los pasos que debes dar para sacar lo mejor de la situación. Tómate el tiempo que necesites y elabora un plan que puedas cumplir.

Aprende a perdonar

La mayoría de los artículos de autoayuda pregonan el poder de perdonar a las personas que nos han hecho daño, pero a menudo pierden de vista la importancia de perdonarnos a nosotros mismos. Sufrir una ruptura de la relación no sólo resulta en una pérdida de confianza en los demás. Resulta en una pérdida de confianza en nosotros mismos. Cuando sufrimos este tipo de rupturas, a menudo lo tomamos como una marca personal contra lo que somos, llegando a dudar de nosotros mismos de maneras que son tanto tóxicas como autodestructivas.

El verdadero perdón que necesitas buscar en los restos llameantes de una traición es el tuyo propio. Como humanos, somos propensos a cometer errores y equivocaciones. Nadie es perfecto y nadie toma nunca todas las decisiones correctas en los momentos adecuados. Toma esta experiencia como la oportunidad de aprendizaje que es y ten la suficiente compasión contigo mismo para permitir los disgustos en el camino.

Perdonarte a ti mismo no significa aceptar los errores que cometiste o las trampas en las que caíste. Simplemente significa desprenderse del dolor, de la amargura y de la rabia que está enterrada en lo más profundo, en tu interior; carcomiendo lo que eres el futuro que has planeado para ti. Albergar el odio sólo ahoga tu progreso. Perdónate a ti mismo y empodérate para hacer los cambios que necesitas en tu vida y en tus relaciones.

Tómate tiempo y espacio

El tiempo y el espacio son algo poderoso y eso es especialmente cierto cuando se trata de nuestras rupturas de pareja. Cuando nos damos una cierta cantidad de distancia de nuestros ex (ya sea física o emocionalmente) nos damos el regalo de la perspectiva también, que luego puede permitirnos ver las cosas por lo que son y sanar. Si todavía estás atascado con un ex, intenta dar un paso atrás y darte el espacio para herir, llorar y seguir adelante.

Darse distancia puede tomar cualquier forma que necesites. Mientras que eso podría ser un viaje en solitario a un país exótico, también podría significar simplemente aislarse de ciertos círculos sociales por un tiempo. Borra las redes sociales de tu ex y bloquea su número o el de cualquiera que pueda intentar interferir. Si realmente estás luchando con una ruptura importante, necesitas darte espacio para respirar. Limita tus interrupciones, no importa cómo consigas tu distancia, y asegúrate de que no te pueden interrumpir los fantasmas de las Navidades pasadas.

Hay muchas investigaciones que demuestran que el tiempo es un gran sanador y que, unido a la distancia, puede ayudar drásticamente a mejorar nuestros vínculos emocionales. Cuanto más espacio pongas entre tú y la persona que no puedes tener / no puedes dejar de pensar, más sanarás emocionalmente, pero es algo que no se puede apurar ni encasillar. La curación no puede apresurarse, y tu dolor no se evaporará de la noche a la mañana. Sin embargo, mejorará con el tiempo y con la comprensión de que todas las cosas cambian con el paso de los días.

Salir con uno mismo

Salir con uno mismo puede ser una de las mejores maneras de superar a un ex que no deja en paz tus recuerdos. Cuando nos metemos en relaciones, tenemos la tendencia a perdernos a nosotros mismos, o a perder de vista las cosas que nos aportan auténtica alegría y felicidad. Al salir contigo mismo, puedes aprender a quererte, y también puedes aprender más sobre todos los aspectos hermosos y únicos que te hacen ser tú, tú. En lugar de centrarnos en alguien que ya no quiere celebrarnos, podemos aprender a celebrarnos a nosotros mismos y, por tanto, potenciar nuestra curación.

Da un paso atrás en las citas y empieza a centrarte en ti. Trátate a ti mismo como querrías o esperas que te trate tu pareja. Salga a citas a restaurantes agradables, cómprese tarjetas, flores, pequeños regalos que le hagan sentir bien. Pero, sobre todo, aprende a tratarte emocionalmente como te gustaría que te tratara tu pareja. Empieza a estar ahí para ti (de palabra y de obra) y cambia el tipo de discurso interior que utilizas. Transforma la voz de tu crítico interior en tu amante interior, y sé tan amable contigo como querrías que lo fuera tu pareja.

Poco a poco, empezarás a ver un cambio importante no sólo en la forma de verte a ti mismo, sino en la forma de ver las relaciones. Cuando te tomas el tiempo para amarte de verdad, aumenta el valor que le das a tu tiempo y a tus emociones. En lugar de entregarte a personas que no te quieren, te darás cuenta de que tu corazón es una propiedad de primera calidad que no vale la pena entregar al peor postor (también conocido como tu ex). Sé el tipo de amante que quieres en tu vida, y atraerás el tipo de amante que quieres en tu vida – pero sólo si sabes cómo tratarte a ti misma primero.

Mantente ocupada

Una de las mejores maneras en que podemos superar a un ex y pasar una ruptura devastadora es mantenernos ocupadas. El cerebro humano tarda aproximadamente un mes en formar las vías neuronales que nos ayudan a recuperarnos emocionalmente de la ruptura de una relación. En lugar de permitir que nuestro cerebro se revuelque en la depresión, podemos aprovechar este tiempo de recuperación para dejar de rumiar y levantar nuestro estado de ánimo manteniéndonos ocupados (y a nuestro cerebro).

Redondea tu círculo social y sal a la calle; encuentra algo que hacer y busca nuevas actividades que puedan inspirarte nueva confianza o pasión. Haga cosas que a USTED le gusten y busque la emoción o el entusiasmo. El ejercicio es una gran manera de empezar a sumergirse en esta nueva vida radical, pero también puedes hacer cosas como viajar, limpiar ese garaje desordenado, o incluso hacer una venta de garaje.

Haz cosas que te hagan sentir bien, y haz cosas que te permitan conectar con nuevas personas y nuevas experiencias. Poco a poco, notarás que estas cosas ocupan más espacio del que ocupaba tu dolor. Un día, te despertarás y notarás que todo el dolor y todo el daño han desaparecido. Vuelves a ser tú mismo, y tienes toda una nueva vida delante de ti. Después de unos 30 días de actividad, te sentirás como una persona totalmente nueva. Por supuesto, en realidad también lo serás.

Poniendo todo en orden…

Cuando nos colgamos de un ex que ya no está, es porque nos colgamos de la posibilidad de lo que podría haber sido. Quedarse en el pasado es tan tonto como quedarse -por completo- en el futuro. En ambos espacios, tenemos poco poder, ya que lo único que podemos controlar es el aquí y el ahora. Hay que dejar de lado lo que podría haber sido y empezar a mirar la realidad valientemente a la cara sin la persona que esperabas a tu lado. Esto requiere que seas valiente, te sientes y hagas un plan de recuperación, evitando el juego de la culpa y perdonándote a ti mismo por el papel que hayas podido jugar o las decisiones que hayas tomado y que te hayan llevado a este momento. Superar a un ex es posible, pero hay que ponerle empeño y sentirse cómodo con el arte de dejar ir.

Tómate un tiempo para reflexionar y hacer el duelo de lo que fue, y no apures tus emociones ni la fuerte oleada de dolor que puedas sentir tras la ruptura. Date un atracón de música triste y deja que saque a relucir todo lo que quizá te da miedo decir o sentir. La música puede ser una herramienta poderosa para nuestra curación cuando sabemos utilizarla, pero se necesitan unas cuantas lágrimas. Acércate a tus círculos de apoyo y haz vida social, utilizando a tus amigos como la tabla de equilibrio que puede mantenerte firme en estos momentos emocionales turbulentos. Mantén el foco en lo positivo y no olvides agradecer el lado positivo de tu ruptura romántica. Si necesitas tiempo y espacio para sanar, tómatelo y permítete salir y participar en nuevas actividades y pasatiempos que te permitan mantenerte ocupado y abrirte a nuevas oportunidades. Las rupturas son duras, pero se pueden superar. Tómate un tiempo para salir contigo mismo y acércate a la persona hermosa y fuerte que te ha estado esperando ahí todo el tiempo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *