Tras una década de gobierno, el presidente argentino Juan Domingo Perón es depuesto en un golpe militar. Perón, un demagogo que llegó al poder en 1946 con el apoyo de las clases trabajadoras, se volvió cada vez más autoritario a medida que la economía argentina declinaba a principios de la década de 1950. Su mayor recurso político era su carismática esposa, Eva «Evita» Perón, pero ésta murió en 1952, lo que supuso el colapso de la coalición nacional que le había apoyado. Tras enemistarse con la iglesia, los estudiantes y otros, fue obligado a exiliarse por los militares en septiembre de 1955. Se instaló en España, donde ejerció de líder en el exilio de los «peronistas», una poderosa facción de argentinos que permanecieron leales a él y a su sistema.
Nacido en una familia de clase media baja en 1895, Juan Domingo Perón hizo carrera en el ejército, llegando a alcanzar el grado de coronel. En 1943, fue el líder de un grupo de conspiradores militares que derrocó al ineficaz gobierno civil de Argentina. Solicitó para sí mismo el puesto aparentemente menor de secretario de trabajo y bienestar social, y comenzó a construir un imperio político basado en los sindicatos. En 1945, también era vicepresidente y ministro de guerra del régimen militar.
En 1945, Perón supervisó el retorno de las libertades políticas en el país, pero esto provocó disturbios y manifestaciones masivas de los grupos de la oposición. Los enemigos de Perón en la marina aprovecharon la oportunidad y lo hicieron arrestar el 9 de octubre. Los sindicatos organizaron huelgas y concentraciones para protestar por su encarcelamiento, y la bella amante de Perón, la actriz de radio Eva Duarte, fue muy eficaz a la hora de reclutar al público para la causa. El 17 de octubre, Perón fue liberado, y esa noche se dirigió a una multitud de unas 300.000 personas desde el balcón del palacio presidencial. Prometió llevar al pueblo a la victoria en las próximas elecciones presidenciales. Cuatro días después, Perón, viudo, se casó con Eva Duarte, o Evita, como se la conoció cariñosamente.
En la posterior campaña presidencial, Perón suprimió a la oposición liberal, y su Partido Laborista obtuvo una estrecha, pero completa, victoria electoral. El presidente Perón destituyó a los opositores políticos de sus puestos en el gobierno, los tribunales y las escuelas, nacionalizó los servicios públicos y mejoró los salarios y las condiciones de trabajo. Aunque restringió las libertades constitucionales, obtuvo un apoyo abrumador de las masas de trabajadores pobres, a los que Evita Perón llamaba los descamisados. Evita desempeñó un importante papel en el gobierno, dirigiendo extraoficialmente el Departamento de Bienestar Social y asumiendo el papel de su marido como cuidador de las clases trabajadoras. Fue llamada la «Primera Trabajadora de Argentina» y la «Dama de la Esperanza», y fue decisiva para conseguir la aprobación de una ley de sufragio femenino.
En 1950, el auge de las exportaciones de Argentina en la posguerra disminuyó, y la inflación y la corrupción crecieron. Tras ser reelegido en 1951, Perón se volvió más conservador y represivo y se hizo con el control de la prensa para controlar las críticas a su régimen. En julio de 1952, Evita murió de cáncer, y el apoyo al presidente Perón entre las clases trabajadoras se redujo decididamente. Su intento de forzar la separación de la Iglesia y el Estado fue recibido con considerable controversia. En junio de 1955, los líderes eclesiásticos le excomulgaron, lo que animó a una camarilla de oficiales militares a planear su derrocamiento. El 19 de septiembre de 1955, el ejército y la marina se sublevaron, y Perón se vio obligado a huir a Paraguay. En 1960 se instaló en España.
Mientras tanto, una serie de gobiernos civiles y militares no lograron resolver los problemas económicos de Argentina. La memoria del régimen de Perón mejoró con el tiempo, y el peronismo se convirtió en la fuerza política más poderosa del país. En 1971, el régimen militar del general Alejandro Lanusse anunció su intención de restablecer la democracia constitucional en 1973, y Perón fue autorizado a visitar Argentina en 1972. En marzo de 1973, los peronistas ganaron el control del gobierno en las elecciones nacionales, y Perón regresó en junio en medio de una gran expectación pública y de luchas entre las facciones peronistas.
En octubre de 1973, Perón fue elegido presidente en unas elecciones especiales. Su esposa, Isabel Perón, una bailarina argentina con la que se casó en 1961, fue elegida vicepresidenta. Fue muy resentida por los millones de personas que aún se dedican a la memoria de Evita Perón.
Los problemas económicos continuaron en la segunda presidencia de Perón y se agravaron con el embargo petrolero árabe de 1973 y un brote de fiebre aftosa que devastó la industria cárnica argentina. Cuando Perón murió el 1 de julio de 1974, su esposa se convirtió en presidenta de una nación que sufría inflación, violencia política y disturbios laborales. En marzo de 1976, fue depuesta en un golpe de estado dirigido por la fuerza aérea, y una junta militar de derechas tomó el poder que gobernó brutalmente Argentina hasta 1982.