Interesantemente, comer objetos de origen vegetal es un comportamiento que se ha observado en perros en la naturaleza, no sólo en perros domesticados. Por esta razón, la mayoría de la gente cree que comer plantas es, hasta cierto punto, un comportamiento completamente natural. Las hojas se encuentran entre los objetos vegetales menos problemáticos que podría consumir un perro. No suponen la misma amenaza de daño u obstrucción intestinal que una ramita, por ejemplo. Dicho esto, los perros no pueden digerir completamente ni sobrevivir sólo con material vegetal, por lo que las hojas se consideran artículos no alimentarios. Cuando un perro consume artículos no alimentarios, incluso plantas, se conoce como pica.
En muchos casos, la pica surge simplemente por aburrimiento. Los perros son criaturas curiosas. Al igual que los niños pequeños, una de las formas en que un perro puede satisfacer su curiosidad por un objeto no alimenticio es intentando comerlo. Las hojas pueden atraer a los perros por su color, su tamaño, su forma o por el hecho de que a menudo son arrastradas por el viento. Todos los perros necesitan ejercicio y estimulación mental para llevar una vida sana y productiva, y si eso se consigue persiguiendo y comiendo hojas, que así sea. Dado que las hojas rara vez tienen un impacto negativo en la salud general de un perro o en su sistema digestivo, es menos probable que su perro abandone el comportamiento por sí mismo una vez que éste comience. Puede ser que a su perro le guste el sabor de las hojas o que disfrute con la actividad. De cualquier manera, dependerá de usted intervenir.
Otra de las teorías más fundamentadas detrás de por qué los perros comen hojas es que les falta fibra en su dieta. Los que apoyan este argumento creen que los perros están compensando instintivamente la falta de fibra mediante el consumo de material vegetal. Esto no siempre significa que su perro no esté comiendo lo suficiente. Muchos de los alimentos comerciales para perros más populares están hechos con rellenos nutricionales, lo que significa que, aunque su perro esté comiendo lo suficiente, puede que no esté recibiendo suficientes nutrientes para mantener una dieta equilibrada. Sería como consumir una dieta de sólo arroz y patatas. Nunca se moriría de hambre, pero su cuerpo comenzaría a anhelar otros nutrientes vitales al cabo de poco tiempo.