Las Hostas son amantes de la sombra, plantas perennes del bosque que vuelven a crecer año tras año con muy pocos cuidados. Si bien son plantas fáciles de cultivar en su mayor parte, algunos cuidados sencillos de las hosta en invierno deben realizarse en otoño. Siga leyendo para saber más.
Tolerancia al frío de las hosta
Preciadas por su color y textura, las hostas pueden cultivarse en las zonas 4-9 del USDA. En estas zonas, la temporada de cultivo de hostas termina cuando las temperaturas caen por debajo de 50 F. (10 C.) por la noche. Las hostas en invierno entran en una especie de estasis y esta bajada de temperatura es una señal para que la planta entre en letargo hasta que las temperaturas se calienten en primavera.
Todas las hostas prosperan cuando se someten a temperaturas de congelación o casi congelación durante su fase de inactividad. El número de días o semanas varía dependiendo del cultivar, pero el enfriamiento promueve una emergencia más temprana y un mejor crecimiento general. En esta coyuntura, es el momento de preparar la hosta para el invierno.
Invernar las hostas
Para empezar a invernar las hostas, si es necesario, siga suministrándoles una pulgada (2,5 cm.) de agua por semana durante todo el otoño. Si ha estado abonando las plantas, deje de hacerlo a finales del verano o seguirán produciendo hojas. Estas tiernas hojas nuevas pueden hacer que toda la planta, incluyendo la corona y las raíces, sea susceptible de sufrir daños por las heladas.
Cuando las temperaturas nocturnas bajan, el follaje de la hosta comienza a secarse y a caer. Espere hasta que las hojas se hayan caído antes de continuar con cualquier preparación de la hosta para el invierno. ¿Por qué es importante? Las hojas son necesarias después de la floración para producir alimento para el crecimiento del año siguiente.
Cuidados de invierno de las hosta
Aunque no hay mucho que hacer para las hostas en invierno, el follaje debe ser recortado. Una vez que las hojas han caído naturalmente, es seguro cortarlas. Utilice tijeras esterilizadas (esterilícelas con una mezcla de mitad de alcohol y agua) para evitar infecciones por hongos o podredumbre.
Corte las hojas hasta el suelo. De este modo, se evitarán las babosas y los roedores, así como las enfermedades. Destruya las hojas cortadas para evitar cualquier posibilidad de propagación de posibles enfermedades.
Pulverice las hostas con 7,6-10 cm. de pinocha para proteger las raíces de las bajas temperaturas. Esto igualará la diferencia entre el enfriamiento y el calentamiento de cada día, que puede interrumpir el período de enfriamiento necesario.
Para las hostas en maceta, entierre la maceta hasta el borde en el suelo y cúbrala con mantillo por encima. En el caso de las hostas de la zona 6 o inferior, no es necesario cubrirlas con mantillo, ya que las temperaturas se mantienen muy por debajo del punto de congelación durante los meses de invierno.