¿Qué dice la investigación?
- Glass y Kistler (1953) realizaron un estudio familiar en 450 familias. Decidieron que cualquier persona con uno o ambos pulgares con un ángulo igual o superior a 50 grados tenía el rasgo del pulgar de autoestopista. De su estudio recogieron los siguientes datos:
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Padres S descendientes H descendientes Porcentaje S
SxS 281 32 90%
SxH 71 37 66%
HxH 1 30 3%
2. Beckman (1960) también realizó un estudio familiar sobre el pulgar de autoestopista. Su estudio utilizó datos de cien familias que tenían cada una un hijo de aproximadamente tres años de edad. Sus datos se encuentran en la siguiente tabla:
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Padres S hijos H hijos Porcentaje S
SxS 50 8 86%
SxH 18 17 51%
HxH 3 4 43%
Conclusiones:
Los pulgares no pueden dividirse en sólo dos categorías: «autoestopista» y «no autoestopista». En la imagen de abajo queda claro que hay todo un espectro de pulgares entre las dos categorías. Mientras que algunos pulgares no pueden doblarse en absoluto, otros pueden doblarse mucho más allá de los 90 grados. Si bien es probable que haya alguna influencia genética en la hiperextensibilidad del pulgar, los estudios familiares anteriores muestran que no se ajusta al simple mito de un locus y dos alelos.