- Quién: El pueblo de Rusia al que más tarde se unieron las tropas del Ejército Ruso y la Guardia Imperial contra el Zar Nicolás II, los Gendarmes del Gobierno Imperial y el Departamento del Ministerio del Interior (MVD) de la Policía.
- Qué: Protestas y marchas que se convirtieron en disturbios, motines y violencia.
- Dónde: Petrogrado (San Petersburgo) la segunda ciudad más grande de Rusia.
- Cuándo: Del 22 de febrero al 3 de marzo del calendario juliano (del 8 al 16 de marzo de 1917 del calendario gregoriano – adoptado por Rusia en 1918).
- Parte de: Tuvo lugar durante la Primera Guerra Mundial.
- Resultado: Abdicación del zar y fin de casi 500 años de gobierno autocrático en Rusia. Se establece el Gobierno Provisional y se introducen reformas. Rusia sigue luchando en la Primera Guerra Mundial.
La Revolución de Febrero fue la primera de las dos revoluciones que tuvieron lugar en Rusia en 1917.
En el momento de la revolución, Rusia era una autocracia, en la que el zar Nicolás II ejercía un poder absoluto sobre su pueblo. Sus estructuras políticas, sociales y económicas estaban extremadamente atrasadas en comparación con otros países de Europa. La escasez de alimentos y los fracasos militares de principios del siglo XX habían provocado huelgas y disturbios que a menudo eran reprimidos brutalmente. La Revolución de 1905 había dado lugar a algunas reformas, incluida la creación de una Duma estatal (asamblea legislativa), pero todavía no existía una verdadera democracia en Rusia.
La entrada de Rusia en la Primera Guerra Mundial fue apoyada inicialmente por la mayoría de los rusos. Sin embargo, su infraestructura tuvo dificultades para hacer frente a las exigencias de la guerra. La industria rusa dependía casi por completo de las importaciones extranjeras. Cuando Alemania y sus aliados turcos bloquearon los puertos orientales de Rusia, sus sistemas de ferrocarril, electricidad y abastecimiento se rompieron. No había suficientes trabajadores para recoger las cosechas y hubo una grave escasez de alimentos.
La guerra iba mal para Rusia con una serie de derrotas. En 1915, el zar intentó levantar la moral tomando el mando personal del ejército. Esta medida tuvo resultados desastrosos. El zar era un mal líder militar y ahora se le culpaba de todas las derrotas. Además, había dejado a su esposa, la zarina Alexandra, nacida en Alemania, al mando de su casa. La zarina era muy impopular y parecía estar bajo el control del igualmente impopular místico Grigori Rasputín.
Con poca comida, sin municiones e incluso con uniformes adecuados, los soldados rusos comenzaron a amotinarse por miles. Las huelgas y protestas en Rusia no vieron ninguna reforma por parte del gobierno. Los sindicatos fueron prohibidos y los «alborotadores» fueron enviados al exilio. A principios de 1917, la mayoría de los rusos habían perdido completamente la fe en el régimen zarista.