Un día del año, tenemos esta hermosa oportunidad de retribuir a las personas que nos han dado tanto: nuestras madres.
Las amamos (a veces, tal vez no tanto) y al hacernos mayores, a veces, nos convertimos en ellas. Ya sea que te haya llevado dentro de ella durante nueve meses o que sea una mujer no consanguínea que te ha querido como si fueras suya, la mayoría de la gente puede identificar a una persona a la que agradecer en estas fiestas.
Así que, mamá, esto es para ti:
Gracias por tu amor y amistad incondicionales
Eres mi mejor amiga y siempre lo has sido. He visto tu amor cuando has asistido a mis eventos deportivos, has publicado en Facebook lo orgullosa que estás de mí y cuando me has consolado en momentos en los que la vida se volvía un poco demasiado dura de manejar. Por no hablar de que me has enseñado a querer a los demás y a quererlos bien.
Gracias por mostrarme gracia cuando no me la merecía
Quizás sea más fácil para mí descargar mis frustraciones en ti que en cualquier otra persona de este mundo porque me quieres sin límites y sin condiciones. Hubo momentos en los que fui un mocoso total para ti; fui grosero, egoísta y poco amable. Aun así, me querías de todos modos, y por eso, te estaré eternamente agradecida.
Gracias por consolarme en los momentos difíciles
Gracias por dejarme llorar en tu cama cuando los chicos no me trataban bien. Siempre decías las cosas correctas y me hacías reír con historias sobre los chicos con los que salías en el instituto y la universidad. Gracias por ponerte siempre de mi lado cuando se trataba de relaciones y amenazar a cualquier chico que supusiera una amenaza para mi corazón.
Gracias por darme todo
Nunca me dijiste que no y aprecio esa generosidad. Sé que los niños pueden ser caros y exigentes.
Desde apoyarme emocionalmente durante mis incómodos días de escuela media, hasta sacrificar tu tiempo personal después de tus largos días de trabajo para hablar conmigo sobre mis problemas cuando a nadie más le importaba, hasta apoyarme económicamente durante la universidad, siempre has estado ahí.
Has sacrificado tanto para darme una vida mejor que la que tenías cuando eras un niño.
Gracias por creer siempre en mí
La vida ha sido difícil y ha habido momentos en los que he sentido que me rendía, cuando las cosas no iban como yo quería. Cada vez, estabas ahí para recordarme mi valor como ser humano.
Me animaste a seguir alcanzando lo inalcanzable y a no conformarme nunca con nada menos de lo que merecía. No importaba lo extravagantes que fueran mis sueños -desde convertirme en presidenta o meteoróloga o paseadora profesional de perros u operadora de camiones de comida- siempre me decías que fuera tras lo que me hiciera feliz.
A medida que me hago mayor, me doy cuenta cada vez más de lo mucho que has hecho por mí y que sigues haciendo cada día.
Este Día de la Madre, agradece a quienquiera que llames «mamá» por ser la mejor del planeta en su trabajo. Feliz Día de la Madre, mamá.
Foto vía We Heart It