Dejemos algo claro: la «caja negra» no es negra. Es naranja. Antes de que las aerolíneas hicieran ese color estándar para sus registradores de vuelo, algunos Boeing utilizaban una esfera amarilla, y los británicos tenían un artilugio llamado Red Egg. Entonces, ¿por qué lo llaman «negro»? Una explicación es la siguiente: En 1939, un ingeniero de aviación llamado François Hussenot ideó un medio para capturar la historia de un avión en una caja de película fotográfica. Los sensores de a bordo lanzaban destellos a la caja a través de espejos calibrados y trazaban una ficha continua de los parámetros de vuelo, como la altitud, la velocidad del aire y la posición de los mandos de la cabina. Como el aparato funcionaba como una cámara, su interior debía estar en total oscuridad; de ahí, quizás, el carácter «negro» de la caja.