La hidroterapia implica el uso del agua para tratar diversas afecciones, como la artritis, las dolencias reumáticas y otras dolencias. Aunque se parece a la natación, es diferente porque requiere que el individuo realice diferentes ejercicios en una piscina de agua caliente. La temperatura del agua en la piscina es de aproximadamente 33-36ºC. Esta agua está mucho más caliente que la que se encuentra en una piscina normal. El tratamiento de hidroterapia suele realizarse en el departamento de fisioterapia de un hospital. Un fisioterapeuta con formación especializada administra los ejercicios. A menudo encontrará que otros profesionales de la salud del movimiento también pueden administrar estos tratamientos especializados, incluyendo nuestro fisiólogo del ejercicio entrenado en Brisbane y propietario de Livewell, Brendan McCann.
¿Cómo funciona la hidroterapia?
La hidroterapia se basa en sus efectos mecánicos y térmicos para inducir la curación. Aprovecha la reacción del cuerpo a los estímulos de frío o calor, la presión ejercida por el agua, la aplicación prolongada de calor así como la sensación del agua. Estas sensaciones y efectos son llevados a lo más profundo de la piel por los nervios.
Cuando esto ocurre, estas sensaciones estimulan el sistema inmunológico, influyendo así en la liberación de las hormonas del estrés, al tiempo que mejoran la digestión, la circulación y el flujo sanguíneo, así como reducen la sensibilidad del cuerpo al dolor. En la mayoría de las circunstancias, el calor se utiliza para calmar y tranquilizar el cuerpo, a la vez que ralentiza la actividad de los órganos internos.
En cambio, el frío se utiliza para vigorizar y estimular, aumentando así la actividad interna del cuerpo. Por lo tanto, si usted sufre de ansiedad y músculos tensos, debe bañarse con agua caliente. Si te sientes estresado y cansado, debes ducharte con agua caliente, seguida de una breve ducha fría. Esto estimula la mente y el cuerpo.
Cuando te sumerges en el agua, como en una piscina o en una bañera, experimentas una especie de ingravidez. Durante este periodo, el agua libera al cuerpo de los efectos de la gravedad. Además, el agua induce un efecto hidrostático, así como una sensación parecida a un masaje, ya que amasa el cuerpo. El agua en movimiento estimula los receptores táctiles de la piel. Este efecto aumenta la circulación sanguínea al tiempo que libera los músculos tensos.
Tipos de hidroterapia
La hidroterapia se divide en dos categorías principales. Estas son la hidroterapia externa y la hidroterapia interna.
Hidroterapia externa
Es la aplicación de hielo o agua en el cuerpo. También implica la inmersión del cuerpo en el agua. Por lo tanto, tiene como objetivo utilizar técnicas de hidroterapia basadas en la temperatura, como los efectos del agua caliente y fría en la piel, así como en el tejido subyacente. Cuando se utiliza, el agua caliente provoca sudoración y relaja los músculos. Es un método muy eficaz para tratar la mala circulación, la artritis, el reumatismo y los músculos doloridos, y a menudo se combina con la aromaterapia.
Por otro lado, la hidroterapia con agua fría ayuda a estimular los músculos subyacentes, así como el flujo sanguíneo de la piel. Algunos de los tratamientos comunes basados en el agua incluyen la aplicación de calor frío y húmedo, en varias partes del cuerpo. Este tratamiento con calor húmedo se denomina fomentación. La fomentación es muy útil cuando se trata de tratar afecciones como la artritis, la gripe y el resfriado de pecho.
Las compresas frías se utilizan para aliviar el dolor asociado a la cirugía dental, los dolores de cabeza y los esguinces. Las compresas corporales ayudan a calmar a los pacientes psiquiátricos y a la desintoxicación. La hidroterapia externa se lleva a cabo de varias maneras. Los baños de asiento son uno de los procedimientos más comunes. El paciente se sienta en una bañera de fabricación exclusiva en la que el abdomen queda totalmente sumergido en el agua.
Estos baños se recomiendan para tratar las hemorroides, los dolores menstruales, la inflamación de la próstata y otras afecciones genitourinarias. También existe la terapia basada en el movimiento, en la que se utiliza agua a alta presión para masajear el cuerpo. Este método se utiliza para aliviar el estrés y la ansiedad.
Hidroterapia interna
Esta forma de terapia incluye los enemas y la irrigación del colon. Los baños de vapor son también un buen ejemplo de hidroterapia interna. La irrigación colónica implica la limpieza de todo el intestino. Esto ayuda a curar numerosos problemas y condiciones digestivas. Las duchas vaginales son otro tipo de hidroterapia interna. Dirige un chorro de agua directamente a la vagina para limpiar la zona. Sin embargo, muchos profesionales no recomiendan esta forma de hidroterapia.
Beneficios de la hidroterapia
– Es un método muy eficaz para tratar el dolor de larga duración.
– Ayuda a aflojar los músculos tensos y apretados, a la vez que fomenta la relajación. También aumenta el ritmo metabólico y la actividad digestiva. La hidroterapia hidrata las células del cuerpo a la vez que mejora la piel y el tono muscular.
– La hidroterapia refuerza el sistema inmunológico, aumentando así su eficacia.
– Estimula el suministro de sangre a varios órganos del cuerpo.
La hidroterapia se ha utilizado durante muchos años para tratar diversas condiciones de salud. Una de sus principales ventajas es que es natural y no tiene grandes efectos secundarios negativos. Utilizar la hidroterapia y otras terapias físicas acuáticas significa no tener que ingerir pastillas o acudir a costosos procedimientos quirúrgicos. Sin embargo, si los síntomas persisten después del tratamiento, es aconsejable buscar atención médica profesional.