INSTRUCCIONES
Fundir la mantequilla en una cacerola pequeña a fuego medio. Dejar cocer hasta que la mantequilla empiece a tomar un color dorado, o «noisette» como les gusta decir a los franceses. Retirar del fuego.
Batir la leche y los huevos. Añadir la mantequilla coloreada, batiendo continuamente. Reservar.
En otro bol grande, tamizar la harina y la sal juntas. Batir los ingredientes húmedos con los secos hasta obtener una masa homogénea. La masa debe ser fina pero no líquida (similar a la consistencia de la crema espesa). Si está demasiado espesa, añada un poco más de leche o agua. Deje reposar la masa durante 30 minutos.
Coloque una sartén para crepes de borde bajo o una sartén pequeña a fuego medio. Cubra la sartén con mantequilla sin sal. Con una medida de 1/3 de taza, vierta la masa en la sartén inclinándola para que la masa se extienda hasta formar una crepe redonda de 8″. (Si la masa no se extiende fácilmente, es posible que la sartén esté demasiado caliente). Una vez que la parte superior de la crepe empiece a estar seca (después de 30 segundos a un minuto), es el momento de darle la vuelta. A mí me parece que utilizar una espátula es la forma más fácil de dar la vuelta a los crepes. Cocinar el otro lado, unos 30 segundos, y luego deslizar en un plato. Repita la operación con el resto de la masa, engrasando la sartén antes de cada crepe, hasta que haya utilizado toda la masa. La receta hará aproximadamente una docena de crepes.
A mí me encanta servirlos con un poco de azúcar y un chorrito de zumo de limón, pero también están deliciosos bañados en nutella (¿qué no lo está?). También puedes optar por un enfoque salado y cubrirlos con un poco de queso y jamón. Unos minutos bajo la parrilla para derretir el queso y ya tienes una comida deliciosa.
CONSEJOS DE COCINA
Para crepes dulces puedes añadir 4 cucharaditas de azúcar a los ingredientes secos.
Tampoco te saltes la parte del reposo. Sí que marca la diferencia en la calidad de tus crepes cocidos finales.