El Fry Bake es un alimento básico de Trinidad, una isla del sur del Caribe. Mis abuelos vivieron y se conocieron en esa isla antes de mudarse a EE.UU. Ya sabes cómo pueden ser los abuelos: sus nietos son todo su mundo. Así que, cuando era niño, mi abuelo preparaba todos los días un pastel frito. Tenía que comer esta gruesa y delicada masa frita todos los días. Día. Día. La tomábamos para desayunar con huevos y bacon o pescado salado. La comíamos para la cena con arroz, judías al horno, carne en conserva y patatas fritas. Es el manjar más esponjoso y delicioso que me ayuda a recordar lo mucho que me querían. Utilizabas la bandeja para coger un bocado de cualquier cosa que se sirviera, y era un sueño brillante, escamoso, suave y masticable de felicidad.
Otra cosa que me gusta del fry bake es que significa, para mí, cómo podemos crecer y cambiar para convertirnos en mejores versiones de nosotros mismos, y aún así conservar y honrar lo bueno de quienes nos criaron. Ahora hago este fry bake como un regalo para mi pareja y como una forma de compartir mis recuerdos con ellos. Me gusta comer totalmente a base de plantas, por lo que mi fry bake favorito se sirve con carne en conserva vegana (me gusta triturar las hamburguesas de Beyond Meat como proteína, y recomiendo quitar el cilantro antes de comer), judías al horno con cebolla caramelizada casera y arroz. (¡O a veces sólo las judías al horno, las cebollas y el arroz!) También lo disfrutamos como tentempié con nuestra pasta de fruta favorita sin azúcar añadido y mantequilla.
Fry Bake
Fry bake es una masa de pan frito esponjosa, hojaldrada y pastosa, salada o dulce. Es una manera fácil de hacer que su comida sea mucho más indulgente. Su tradicional comodidad te deja con pensamientos cálidos y esperanzadores sobre el futuro. En esta receta, describiré cómo lo hacía mi abuelo. Sus manos eran sus principales herramientas. También necesitarás una superficie limpia y plana y una sartén. Esta receta sirve fácilmente a una familia y deja sobras.
Ingredientes
- 4 tazas de harina para todo uso
- 2 cucharadas de levadura en polvo
- 4 cucharaditas de azúcar
- 2 cucharaditas de sal
- ½ taza de agua, más la que sea necesaria
- Aprox. 2 tazas de aceite vegetal para freír
Instrucciones
Mezcla la masa
¡Quieres familiarizarte bien con esta masa! Tómate de 4 a 5 minutos para mezclarla suavemente y darle forma.
- Agrega la harina, la levadura en polvo, el azúcar y la sal a un bol grande para mezclar y revuelve con las yemas de los dedos a modo de batidora.
- Agrega ½ taza de agua y sigue revolviendo con las yemas de los dedos.
- Continúa añadiendo ½ taza de agua cada vez, agarrando y apretando con los dedos hasta que toda la harina esté mojada, y la masa esté muy pegajosa. Normalmente, 1 ½ tazas de agua es suficiente. La masa debe ser sólida y moldeable, más gruesa que la masa de pastel, como la masa para hornear pan.
- Haga rodar la masa, dándole forma de bola poco a poco. Añade pizcas de harina según sea necesario para ayudar a que sea menos pegajosa y más fácil de manejar, pero úsala con moderación. Quieres que sea pegajosa y suave, no seca.
- Apartar la masa de los lados y fusionarla en el centro para formar la bola de masa.
- Levantar la bola de masa y dejarla caer en el bol 10 veces.
- Cubrir con un paño de cocina y dejar reposar durante 15 minutos.
- Formar bolas de masa
- En una superficie plana y ligeramente enharinada, romper la bola de masa en bolas más pequeñas, de unos 5 cm. Mantenga la masa cubierta para evitar que se seque mientras hace esto.
- Aplanar las bolas de masa dándoles golpecitos en las manos y presionando los centros.
- Cubrir las bolas de masa con papel de cocina.
- Freír la masa
- Preparar la sartén. Vierte 2 tazas de aceite vegetal, o para que esté a una profundidad de 5 cm. Caliente a fuego medio.
- Una vez que el aceite esté caliente, brillando o a 375 grados F, trabaje en tandas y añada las bolas de masa de manera que no se toquen.
- Fría cada lado durante 30 segundos a 2 ½ minutos, hasta que se doren y se inflen.
- Retire el horneado de la sartén una vez terminado y colóquelo en un plato forrado con papel de cocina. El horneado debe tener una superficie exterior crujiente y un centro esponjoso.