Restos de cocina que puedes volver a cultivar con nada más que agua

Técnicamente puedes volver a cultivar casi cualquier fruta, verdura o hierba a partir de un resto o semilla. La mayoría de nosotros no busca cultivar una planta de aguacate en nuestra cocina. Son más útiles los alimentos que solemos usar a diario -como las cebollas verdes o la lechuga- que no requieren mucho tiempo, tierra o espacio para volver a crecer. Claro, puedes coger un manojo de cebollas verdes en el supermercado por 70¢, pero ¿por qué molestarse en desperdiciar eso cuando puedes mantener un suministro casi interminable que no necesita mucho mantenimiento de forma gratuita?

Con eso en mente, aquí hay algunas plantas sensatas, fáciles y útiles que puedes volver a cultivar siempre que tengas un poco de luz solar y un vaso de agua. Querrás cambiarlas por nuevas plantas de vez en cuando para tener nutrientes frescos (o cultivarlas en tierra), pero deberías obtener un par de rondas saludables de ellas.

Lechuga romana

La lechuga es uno de esos alimentos básicos que suele utilizarse en todo tipo de comidas durante todo el año, así que lo más probable es que compres un cogollo una vez a la semana o así. En lugar de tirar ese cogollo a la basura cuando hayas terminado, puedes hacer crecer nuevas hojas.

Toma la parte inferior del cogollo y colócalo en un frasco con aproximadamente media pulgada de agua. Ponlo en el alféizar de una ventana cerca de la luz del sol. Luego reemplaza el agua cada uno o dos días. En pocos días tendrás algunas hojas brotando. A partir de ahí, deja que la lechuga crezca, recortando las hojas marrones que puedan marchitarse por fuera. Cuando hayan brotado suficientes hojas verdes, cómelas. Puedes hacer esto con la mayoría de las lechugas rojas y verdes también.

Cebollas verdes

Las cebollas verdes son el desecho de comida más fácil de rebrotar. Sólo tienes que coger las raíces de cebollas verdes sobrantes, dejarlas caer en un vaso con suficiente agua para cubrirlas y mover las cebollas para que las raíces apunten hacia abajo. Asegúrate de cambiar el agua cada dos días para que no se engrasen. Al cabo de una semana, tendrás unas cebollas verdes nuevas. Si tiendes a cubrir tu comida con cebollas verdes a menudo, esta es una forma bastante sencilla de asegurarte de que siempre tienes algunas alrededor.

Gerros de ajo

Los brotes de ajo suelen cortarse y tirarse como señal de que has dejado el ajo fuera demasiado tiempo, pero son comestibles si consigues los trozos adecuados. Tienen un sabor agradable y menos abrasivo que un diente de ajo y son un buen aderezo cuando están germinados. El brote inicial es amargo y tiene un sabor terrible, así que tendrás que cultivarlos un poco antes. Si tienes un diente de ajo del que sale un brote verde, apártalo y ponlo en un tarro pequeño con agua suficiente para cubrir el fondo del tarro. En un par de días, el diente echará raíces y, poco después, los brotes crecerán hasta alcanzar unos pocos centímetros de altura. Cuando tengan al menos tres pulgadas de altura, puedes recortar aproximadamente 1/3 del brote.

Hinojo

El hinojo tiene un sabor tan fuerte que es bastante raro que necesites más que un pequeño corte de uno. Si quiere tener uno siempre, vale la pena volver a cultivar uno que tenga. Simplemente coge el bulbo, ponlo en un vaso y llénalo de agua para que el bulbo quede cubierto. Pon el frasco al sol y en pocos días empezará a brotar. Reemplaza el agua cada par de días y recorta un poco de hinojo cuando lo necesites.

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